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Carolina Ramírez: ser sobreviviente de feminicidio en Veracruz

El 4 de diciembre 2014 logró escapar de su agresor, quien la mantuvo secuestrada por varios días, donde recibió torturas físicas y psicológicas

Escrito en VERACRUZ el

Hace siete años Carolina Ramírez Suárez fue víctima de intento de feminicidio, hace dos pudo conciliar el sueño, pero admite que esto no hubiera sido posible si su agresor siguiera vivo.

El 4 de diciembre de 2014 logró escapar de su agresor, quien la mantuvo secuestrada por varios días, donde recibió torturas  físicas, psicológicas, económicas y emocionales por su expareja.

“Fue una violencia tremenda, desde martillazos, cortes con cúter, con cuchillo, echarme agua fría, agua caliente o sea como esas películas de terror, así has de cuenta. Toda una serie de vejaciones terribles”, contó Carolina.

Todo esto pasó después de ser hospitalizada debido a un episodio cerebro vascular izquierdo, su raptor la capturo mientras se encontraba en uno de sus momentos más vulnerables, aseguró.

La agresión se dio en Ciudad de México, pese a que lleva varios años viviendo en Xalapa, aquella ocasión se encontraba en el estado debido a cuestiones laborales.

“Yo estuve en la Ciudad de México por cuestiones de trabajo y ahí es donde se perpetró el ataque, sin embargo, para mí significó dos cosas; que en Ciudad de México a pesar de todas las cosas en contra, creo que fue la posibilidad de estar viví, yo siempre digo que si esto hubiera pasado en Veracruz yo ya estuviera muerta, porque ni siquiera hubieran arrestado al agresor”, dijo.

Su expareja que no había visto en más de 30 años, regresó a buscarla con el único propósito de matarla, no sin antes reprocharle su decisión de haberse convertido en activista feminista.

“Lo que me acusaba está persona es de que cómo era defensora de los derechos de las mujeres y que cómo era feminista y que cómo me había atrevido si todas las mujeres son para la basura. Mi culpa era esa y tenía que pagar con mi vida por haberme dedicado a ser una defensora”, dijo.

En un momento de distracción que tuvo su agresor, logró escaparse y denunciarlo, pero este apenas sería uno de los procesos tediosos y revictimizantes que tendría que pasar para exigir justicia.

Primero comenzó con la atención de la policía, quien acudió a su rescate, lo único que lograba escuchar era como los elementos policíacos decían: “señora, porqué no lo plática con su esposo”, algo que a Carolina le parecía una ofensa, pues no se trataba de ninguna pelea marital, sino de su vida.

“En el hospital igual, una revictimización horrible. A mí me conocieron heridas en cinco sentidos, ni siquiera con anestesia, me amenazaban ahí para que yo me callara, porque yo trataba de decir hablen, hagan esto. Como defensora sabía qué hacer, si no esto iba a quedar impune, sin embargo, la amenaza era: señora cállese y aunque no sea posible le ponemos un sedante para que se calle”, dijo.

Pese a que contaba con todos los conocimientos para poder defenderse, pues desde que se había separado de su pareja se convirtió en activista feminista, el proceso de denuncia ante la Fiscalía fue otra tortura.

Desde clasificar la tentativa de feminicidio como violencia familiar y reclasificara delito cinco veces, hasta tener que soportar la revictimización en más de una ocasión, relatando una y otra vez las agresiones que vivieron.

“A pesar de haber contado con el apoyo de varios grupos de feministas  y de defensora, en una propuesta de litigio estratégico y demás, lo que pudimos arrancar de justicia fue mínimo, un proceso de más de tres años y con cinco veces quitando el tipo penal feminicidio y cambiándolo en homicidio en tentativa”, señaló.

Ser sobreviviente de feminicidio significa vivir con miedo

Carolina Ramírez Suárez tocó puertas en diferentes juzgados e incluso trató de llevar su caso a la Suprema Corte, después de todo esos esfuerzos a su agresor solo le dieron ocho años de prisión y a ella 15 mil pesos de reparación del daño, además, no recibió ninguna atención psicológica ni para ella ni para su familia. 

Según un estudio hecho por la periodista Gloria Piña y de la Colectiva "Las Sobrevivientes de Feminicidio", de 1.7 millones de ataques violentos contra mujeres registrados en ocho años, sólo se juzgaron 781 casos como intento o tentativa de feminicidio, es decir el 0.04 por ciento en el país.

Hace dos años su agresor murió dentro de la cárcel, desde entonces su vida es un poco más tranquila.

Durante los primeros cinco años no logró conciliar el sueño al pensar que algún día su agresor podría salir libre y matarla.

“Sobrevivir no es fácil, algunas nos dan cinco terapias implica que al mes todo el mundo te quiera ayudar, a los tres meses hay cinco y a los seis meses no hay nadie, a los tres años solamente si logras la ayuda de alguna asociación feminista”, dijo.

Los daños tanto físicos y psicológicos que sufrió hasta el momento siguen presentes, sus compañeras de la colectiva viven la misma situación, muchas de ellas no corrieron con la misma suerte y sus agresores lograron salir libres.

Debido a esto tiene que huir a otros estados a otros municipios con sus hijos quienes también son víctimas indirectas y que no cuentan con ningún recurso para tener apoyos psicológicos.

Por si fuera poco, no cuentan con ninguna cifra oficial del Gobierno que cuente a las mujeres que fueron víctimas.

Lograron que Senado reconociera a sobrevivientes.

Fue en el marco del 25 de noviembre de este año el Senado de la República abrió  sus puertas para el diálogo con las mujeres sobrevivientes y víctimas de feminicidio, donde estuvieron presentes titulares de la Comisión Nacional para Prevenir y Erradicar la Violencia Contra las Mujeres (Conavim), Instituto Nacional de las Mujeres (InMujeres) y representantes de la Secretaría de Relaciones Exteriores, las Naciones Unidas y la Unión Europea.

“Nos pronunciamos fuertemente a que se hagan las acciones como las modificaciones legislativas pertinentes para el delito de feminicidio en tentativa en los códigos penales, para hacer un llamado fuerte a fiscalías y Poder Judicial en especial al Veracruz”, mencionó.

Son alrededor de 20 mujeres miembros de la colectiva Sobrevivientes de Feminicidio creada en el 2019, aunque en el país existen muchas más que ni siquiera saben que fueron víctimas, aseguró Carolina.

Es por esto que puntualizó que es importante que existan políticas públicas enfocadas a las sobrevivientes y a los hijos para obtener justicia.

“Llevamos siete años de subrayarlo, señalarlo, exigir justicia, exigir que nos volteen a ver. Este es el primer año que nos voltean a ver, que nos están expresando que sí, necesitamos políticas públicas para las sobrevivientes”, puntualizó.

Carolina Ramírez señala que todavía falta mucho por recorrer, pero que esta nueva oportunidad que lograron obtener después de años de luchas es un pequeño paso para la creación de nuevas leyes y reformas para las sobrevivientes.