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Carmen trabaja 16 horas diarias para sostener a su familia

Carmen gana 2 mil 300 pesos, hay veces que trabaja entre 12 y 16 horas para solventar los gastos de su familia

Escrito en VERACRUZ el

“Yo trabajo entre 12 y 16 horas para poder cobrar dos mil 300 pesos a la quincena”, dice Carmen, su rostro luce cansado, las ojeras que se dibujan en su cara demuestran que desde hace algunos meses lleva doblando turno en su trabajo.

Fue hace un año, antes de la emergencia sanitaria, que tomó la decisión de dejar su empleo con el sueño de emprender su propio negocio. 

Planeaba dedicarse a la venta de sabanas y cortinas, para eso pidió un préstamo de 15 mil pesos, el cual invirtió en la compra de mercancía, pero la llegada de la pandemia del covid vino a arruinar todos sus planes.

Con la suspensión de actividades no esenciales y por el temor de contraer el virus SARS-CoV2, dejó de salir y sus clientes ya no quisieron comprarle.

“La mercancía una parte se me quedó, la que pude vender entre familia pues la vendí, pero a lo último quedó como si fuera regalado porque no me pagaron”, dijo resignada.

Durante todos los meses que estuvo sin trabajo se dedicó a la venta de comida dentro de su colonia, así como artículos por catálogo.

En noviembre regresó a trabajar a su anterior empleo, luego de la separarse de su exesposo, ahora labora como “cubre turno” en un Hotel de la zona norte de la ciudad de Veracruz.

Su sueldo base es de 2 mil 300 pesos quincenal, para ganar un poco más hay veces que debe de hacer turnos de 12 y cuando la situación lo amerita hasta de 16 horas, esto con tal de tener un ingreso extra para mantener a su hijo.

De esa cantidad le descuentan 500 pesos de su vivienda de interés social, admite que su sueldo no le alcanza para cubrir sus necesidades, a duras penas y para solventar lo mínimo de la canasta básica.

“Hay que pagar interne, hay que pagar cable, hay que comprar despensa, a pesar de que mi mamá no me llega a cobrar por cuidar al niño, pero tengo que gastar para llevarle despensa para mi hijo, más lo que llego a comer yo”, comenta.

Dice que reduciendo sus gastos al máximo se gasta en promedio 800 pesos, eso solo comprando lo que su hijo necesita, productos como cereal, leche, huevo, chocolate en polvo, dejando aparte los insumos de higiene personal, los cuales por ambas personas llega a gastar en promedio 300 pesos mensuales.

Otro de los gastos que se volvieron indispensables a raíz de la pandemia, fue la adquisición de internet cuyo costo por mes es de 400 pesos, así como también pagar las clases de su hijo, pues por la falta de tiempo ella no puede ayudarlo con sus tareas, por lo cual gasta 40 pesos por día para que una persona le enseñe, por cuatro días a la semana.

Por el momento su exesposo solo la ayuda con este gasto, lo demás lo absorbe ella sola, además de costear los carros de traslados para llevar a su hijo a casa de su mamá, quien es la que lo cuida mientras trabaja, esto asciende a 36 pesos diarios.

“Con las mismas compañeras vendo bolsas, perfumes, lo poquito que trato de que me quede (de su sueldo) pues ahí les ando ofreciendo a las compañeras relojes o cosas así, para poder tener un poquito más. Hay días que en verdad no tengo ni para el camión”, aseguró.

Padeció covid

Además de enfrentarse a la precariedad de su sueldo, Carmen padeció covid-19. Durante 20 días estuvo en confinamiento, debido a que su papá contrajo primero el virus y se contagió al momento de que cuidaba de él.

Una de las principales preocupaciones que tuvo mientras estuvo padeciendo la enfermedad, era llegar a contagiar a su hijo, pues él sufre de asma, una condición que lo pone en riesgo de tener complicaciones si llega a contraerlo.

“Agradezco a Dios que mi hijo no se contagió, pero fue una cosa terrible, medió calentura, falta de aíre, no podía respirar por la tos, me sentía mareada, me dolían los huesos, no comía”, contó.

Recuerda que el dolor de huesos era insoportable, por una semana estuvo padeciendo los síntomas más fuertes, mientras que su hijo tuvo que irse con su exesposo para que no contagiarlo.

El nivel de saturación de oxígeno que tenía fue estable, por lo cual no necesitó hospitalización como su padre, quien estuvo debatiéndose entre la vida y la muerte.

A familias jarochas no les alcanza para cubrir la canasta básica

Una encuesta realizada por el equipo de la Silla Rota Veracruz a amas de casa veracruzanas arrojó que muchas de ellas notaron incrementos en los precios de la canasta básica.

De las encuestadas 90.5 por ciento afirman que el salario que ingresa a sus familias es insuficiente para costear los productos, así como 61.9 por ciento asegura gastar en promedio al día en comida más de 200 pesos.

A raíz de la emergencia sanitaria y la crisis laboral 76.2 por ciento señalaron haber tenido alguna afectación económica derivado de estos factores, Por lo que tuvieron que disminuir algunos insumos no esenciales y en algunos casos los servicios de televisión.

La crisis de la pandemia y los cambios en el mercado siguen afectando en gran medida la economía no solo de los comerciantes, sino también de muchas familias veracruzanas que se resisten a sobrevivir ante la situación adversa que vino a imponer el covid.

En los últimos días los comerciantes comenzaron a registrar una baja de precios en algunos productos de la canasta básica como el tomate, cebolla, chile y otras verduras.

De 12 a 15 pesos que costaba el kilo de estos insumos a inicios del año, ahora rondan los ocho o hasta cinco pesos.

Otros productos tuvieron un incremento importante, tal es el caso del huevo y el gas doméstico, que en el último mes aumentó entre 10 y 20 por ciento.

A pesar de eso muchas amas de casa, como Carmen, siguen sin poder costear los productos indispensables de la canasta básica con su sueldo, por lo que tienen que realizar más tiempo laboral.

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