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Carlos sortea covid en transporte público sin medidas sanitarias

A pesar de las advertencias de autoridades, los conductores del transporte público llenan los camiones y no todos los pasajeros usan cubrebocas

Escrito en VERACRUZ el

Son las 7:45 de la mañana cuando Carlos sale de su domicilio, en el fraccionamiento Puente Moreno de Medellín de Bravo, con dirección a Boca del Río. Toma dos camiones, en los que por casi una hora sortea a la covid entre pasajeros aglomerados y sin cubrebocas.

Carlos sube al primer camión; generalmente es uno de la ruta 121 de Lagos de Puente Moreno. Se da cuenta pronto que al conductor le falta un cubrebocas. Parte de los pasajeros tampoco lo portan.

“Yo tengo un hijo pequeño de tres años y trato de tenerlo siempre (el cubrebocas), por lo menos ponérmelo antes de subirme al camión”, dijo.

Gracias a la cercanía de su domicilio con la ubicación de la parada del camión, todavía alcanza un asiento, pero la unidad se llena casi de inmediato apenas pasa por los circuitos y casas del fraccionamiento. 

Cuando el camión llega al Instituto Tecnológico Superior de Alvarado (ITSAV), todavía en Puente Moreno, ya va al tope de su capacidad. Los pasajeros siguen subiendo al camión mientras, entre gritos, el chofer les ordena hacerse para atrás. Ya nadie cabe. 

Los pasajeros que no alcanzan asiento se agarran a los pasamanos formando una doble fila. La mayoría son personas que se trasladan a sus trabajos en las zonas comerciales e industriales de Veracruz y Boca del Río.

El aire se reduce y el calor crece aun cuando las ventanas de la unidad van abiertas. Los cuerpos se sienten codo a codo, las espaldas chocan y las respiraciones pueden oírse a centímetros. Cada quién se encomienda a su suerte.

Antes de que Carlos baje en la avenida Díaz Mirón en el puerto de Veracruz, el punto medio de su destino, el camión se llena por completo. Incluso, hay gente que viaja pegada a las puertas de la unidad.

“A medio camino nos llenamos y ya no sube gente, ya ves que tienen estas barras que pitan, son los controles de gente.

Incluso los choferes te dicen ‘súbete, pero nada más líbrame las barras para que no estén pitando’; con eso te digo que hay gente que está prácticamente en las escaleras”, narró.

La historia se repite en casi todas las rutas de la zona metropolitana Veracruz-Boca del Río- Medellín: Norte-Sur, Bolívar, Lagos de Puente Moreno, Ortiz Rubio, Costeros, Comercial Mexicana, etcétera.

Pese a la tercera ola de contagios de covid-19 y las multas impuestas por la Dirección General de Transporte Público del Estado, basta caminar por las paradas de la zona conurbada para comprobar que un número considerable de choferes urbanos conducen sin cubrebocas.

De acuerdo con Javier Azcoitia, delegado de Transporte Estatal Región VIII Veracruz, 37 choferes de camiones urbanos de Veracruz y Boca del Río fueron sancionados en las últimas dos semanas por violar el acuerdo del uso del cubrebocas.

La sanción es el pago de dos Unidades de Medida y Actualización (UMA’s), cuyo valor en 2021 corresponde a 89 pesos con 62 centavos por día; es decir, los infractores deberán cubrir una multa de 179 pesos con 24 centavos.

Aunque el delegado admitió que el número de infracciones en las últimas dos semanas parecen pocas en comparación con la cantidad total de camiones de transporte urbano que circulan en la región, aseguró que es un indicador de que los choferes atienden el exhorto de las autoridades.

Sin embargo, reconoció que hay espacios físicos en los que a los elementos de Transporte Público les es difícil supervisar que los conductores respeten el uso del cubrebocas o el 50 por ciento de aforo permitido en las unidades.

“No dudo que haya algún autobús que rebase el cupo permitido, pero si nosotros estamos en Díaz Mirón y ese autobús sale de Ejército Mexicano, pues a veces no podemos tener capacidad para todo”, declaró a La Silla Rota Veracruz.

Ante el permiso que conductores dan a los usuarios para que suban a los camiones sin portar el cubrebocas, Azcoitia dijo que Transporte Público carece de facultad para sancionar a ciudadanos. En estos casos tampoco se sanciona a los choferes, a menos que no porten la mascarilla.

Aglomeraciones en unidades, por presión social

Las aglomeraciones que se forman dentro de las unidades del transporte público de Veracruz, sobre todo en las horas pico, son un mal necesario para las personas que se trasladan desde distintas zonas hacia sus centros de trabajo, opinó Carlos.

“Es un riesgo, los camiones no deberían permitir que se dispare tanto el aforo, claro, con cubrebocas, pero no encuentro una solución para llevar a tanta gente, no solo en mi colonia, sino en las demás”, aseveró.

En eso coincidió Jorge Ramos, vocero de la Asociación de Transportistas de Veracruz (Astraver), quien justificó que el rebase del aforo del 50 por ciento en las unidades se debe a una presión social.

“Tenemos momentos donde muchos aún siguen en home office y algunos están regresando a trabajos presenciales y se está preparando el regreso a clases de algunas instituciones educativas, no del cien por ciento y entonces fluctúa demasiado el aforo que tenemos”, externó.

Aun con los riesgos que podrían contagiarlo por segunda ocasión de covid a pesar de que ya tiene la primera dosis de la vacuna contra la enfermedad, trasladarse en camión de su casa al trabajo y viceversa, es una necesidad vital para Carlos. Es peligroso, pero barato.

Son poco más de las 7:00 de la noche cuando el joven de 31 años toma el camión que lo llevará desde Boca del Río hasta Puente Moreno. De regreso a casa, el tiempo de exposición a un posible contagio es mayor, pues ahora tarda de una hora y media a dos horas para volver.

A las quejas constantes de los usuarios que acusan una mala calidad tanto de los camiones como del servicio de los conductores, se suman los riesgos de un contagio de covid dentro de ellos ante un aumento exponencial de los casos activos en la tercera ola de la pandemia, cuando ni el semáforo en rojo para el ejercicio de las actividades no esenciales.

vtr