Veracruz, Ver. – Ya son más de tres meses y el Circo García Hermanos no puede abrir el telón, por causa de la emergencia sanitaria por el covid-19 tuvieron que detener actividades, debido a eso algunos artistas se fueron y los pocos que se quedaron ahora se dedican a la venta de frutas en las zonas cercanas a la localidad de La Laguna, municipio de Medellín de Bravo.
Debido a las medidas de prevención, de sana distancia y a la cancelación de eventos masivos el circo tuvo que suspender actividades desde finales de marzo, por lo que no ha podido generar ingresos para las 15 personas que dependían de ese trabajo.
A causa de la falta de trabajo la mitad de los artistas se fue a otros estados a conseguir nuevas oportunidades, pues sus ahorros se habían terminado.
Pese a que muchos de ellos no tenían otros ingresos se las idearon para generar nuevas opciones y así sobrevivir a la contingencia.
Primero empezaron por hacer espectáculos en semáforos, pero al ver que eso no les generaba ingresos tuvieron que desistir, con el apoyo y la caridad de las personas fueron sobreviviendo algunas semanas, pero eso no era suficiente para cubrir sus necesidades.
Ahora los pocos artistas que quedaron se dedican a la venta de frutas como piña, naranja y limón para tener algo de ingresos, mientras esperan a que se levante la emergencia sanitaria para reanudar el espectáculo.
“Ahorita quedamos un total de ocho personas, éramos 15 pero se fueron a buscar otro trabajo, otros nos llaman para ver si ya pueden volver, pero les decimos que aún no tenemos para cuando y esto de vender no da para mucha gente”, dijo Jason García, representante del circo.
Aunque con la venta de fruta no obtienen la misma cantidad de ingresos que con las funciones, hasta el momento es lo único que los ha mantenido a flote, pues tienen que costear los gastos de una de las mujeres que está en gestación y que necesita un lugar para poder dar a luz.
LOS CIRCOS FUERON OLVIDADOS POR EL GOBIERNO, SOBREVIVEN GRACIAS A AYUDA DEL PUEBLO
Aunque cada vez que se establecen en un lugar o comunidad tienen que pagar al ayuntamiento un impuesto para poder hacer sus funciones, los circos no cuentan con ningún tipo de apoyo por parte de alguna dependencia pública que los pueda auxiliar ante situaciones adversas, como la que actualmente se vive, comentó el entrevistado.
“Nosotros hemos recibido el apoyo del pueblo que nos han ayudado con despensa, pero en si un apoyo de algún gobierno no”, dijo.
Aunque ya muchos de los negocios de entretenimiento como los cines y diferentes plazas comerciales están retomando actividades, para los circos este escenario parece aún más lejano, pues las autoridades sanitarias no han dado luz verde para que reanuden actividades, ya que son negocios no esenciales.
“Ahorita el 60 por ciento de las personas que trabajan en los circos andamos vendiendo ambulantemente y los gobiernos ni siquiera nos voltean a ver, no nos toman en cuenta”, dijo Jason García.
En México hay alrededor de 500 circos registrados ante la Unión Nacional de Empresarios y Artistas de Circo (UNEAC), mientras que en Veracruz hay un promedio de 30. Todos ellos con más de 10 trabajadores.
LA NUEVA NORMALIDAD EN LOS CIRCOS
Ante esta “nueva normalidad” diferentes negocios y empresas tuvieron que replantearse y adaptarse a las reglas de salubridad para poder abrir sus locales y el circo no será la excepción.
Ya que, comenta Jason, ellos también están planeando su regreso con todos los protocolos que sean necesarios para poder empezar el espectáculo.
Alguna de estas medidas serán reducir la capacidad de espectadores a la mitad, así como el uso de gel antibacterial, cubrebocas, guantes, dividir la sección de gradas y sillas a dos metros de distancia para que haya el mínimo contacto con personas.
Mientras que la venta de dulces y golosinas tendrá que ser todo sellado y con una amplia higiene para que el público este completamente seguro.
ygr