Main logo

“AMLO nos quiere ahogar y tanto que le ayudamos”: Chontales de Tabasco

Airados, le reprochan a su paisano el presidente de México que haya decidido “aventarnos toda el agua” que desfoga la presa hidroeléctrica de Peñitas

Escrito en ESTADOS el

OXIACAQUE.- Desde que Andrés Manuel López Obrador se salió del Partido Revolucionario Institucional (PRI) para irse a la oposición política, en 1988, hasta ahora que llegó a la presidencia de la República, los indígenas chontales de esta zona del municipio de Nacajuca siempre fueron sus fervientes seguidores, lo apoyaron en mítines, bloqueos y votaciones. Siempre estuvieron en primera fila del lopezobradorismo.

También lee: "Decidimos inundar a los más pobres", AMLO sobre inundaciones en Tabasco

Sin embargo, ahora cuando este pueblo originario vive una desgracia hídrica, ahora dudan continuar apoyando a Morena. No sólo “nos ha abandonado en la inundación, sino que también quiere ahogarnos”, reclaman los pobladores chontales, cuyos cultivos y potreros se encuentran varios metros bajo el agua.

Airados, le reprochan a su paisano el presidente de México que haya decidido “aventarnos toda el agua” que desfoga la presa hidroeléctrica de Peñitas, que les llega directamente a través del río Samaria, y que en la zona se bifurca en varios afluentes, todos desbordados.

El 15 de noviembre pasado, el presidente Andrés Manuel López Obrador, en sobrevuelo por helicóptero, explicó que se tuvo que cerrar la compuerta de El Macayo, en el río Carrizal, para evitar el ingreso del caudal proveniente de Peñitas, con el objetivo de salvar a Villahermosa, y que la creciente continuara por el río Samaria, y “perjudicar a los más pobres, como los chontales de Nacajuca”.

A esa frase presidencial, los indígenas ironizan de que en realidad el lema de campaña presidencial que ofreció López Obrador de “Primero los pobres”, significaba que “primero se ahoguen los pobres”, critica Elsa de la Cruz Rodríguez, quien afirma que eso les da a cambio, cuando ellos siempre le apoyaron.

Fotos Roberto Barboza

Los afectados por los caudales provenientes de la hidroeléctrica, incluso, ahora amenazan con dejar de apoyar con su voto a los candidatos de Morena, el partido de su paisano, el presidente. “Ya no tardan en venir a pedir el voto” los candidatos, pero aquí “entre todos los vamos a encostalar”.

NI SIQUIERA DESPENSA DE FRIJOL CON GORGOJO

Juan Sánchez Hernández, quien tiene que trasladarse en cayuco para cuidar y cortar zacate para sus vacas, critica que las autoridades, desde el alcalde, gobernador y presidente de la República, todos de Morena, ni siquiera una “despensita” les han llevado para paliar su alimentación.

Aseguran que antes, en otras inundaciones que padecieron, las autoridades a las que ellos como perredistas y morenistas, llamaban “rateros”, siempre llegaban con apoyo humanitario y también alimento para el ganado. “En cambio ahora, los que pusimos en los cargos no se paran para nada por aquí con ayuda”.

Aunque sea despensas con “frijol con gorgojo” – lo cual era falso, aclara-, los gobiernos del PRI y PAN siempre les llevaron durante la gran inundación del 2007. Hasta por varias veces fueron auxiliados con víveres, recuerdan los pobladores.

Don Pedro de la Cruz Rodríguez, 67 años, reitera que no sólo lamentan la declaración de López Obrador, en el sentido de que optó por inundarlos en lugar de Villahermosa, sino que tampoco tengan el auxilio de las autoridades. Mientras la situación adversa en la que viven, se agrava al carecer de empleos y perderse sus cultivos.

En el caso de los pequeños productores pecuarios, sus hatos se están muriendo de inanición y enfermos por estar entre el agua, pues no hay pastura para alimentarlos, los potreros están llenos de agua.

Una gran cantidad de viviendas, han habilitado sus pequeños patios como corrales para salvaguardar sus semovientes, a los que les dan de comer cualquier planta que encuentran en la zona y con algo de alimento para ganado.

También cualquier montículo de tierra, camino o carretera que aún no es invadida por la corriente de los ríos, es aprovechada por los chontales para mantener a salvo sus pequeños hatos.

La crisis económica por la que atraviesan los chontales también ha sido aprovechada por los “coyotes” que llegan a comprar reses a la mitad del precio, se queja don Eulalio Sánchez May, quien dice que con ello empeora la economía de la población.

MÁS DE UN MES CON PESADILLA HÍDRICA

A inicios de octubre, las comisiones Federal de Electricidad (CFE) y Nacional del Agua (Conagua) determinaron desfogar la presa hidroeléctrica “Peñitas”, con lo que el caudal del río Samaria elevó su nivel y empezó a anegar las zonas de cultivos y potreros de la zona.

Cuando la presa Peñitas incrementó el desfogue de mayores volúmenes de su caudal, iniciaron las penurias para la población indígena Chontal que habita esta zona del municipio de Nacajuca.

Pero, primero al igual que otras partes del estado, esta comunidad también se inundó por las intensas lluvias provocadas por los Frentes Fríos 4 y 5.

 

Ante esa calamidad, el presidente de México instruyó a la Secretaría de Bienestar crear un programa de apoyo con 10 mil 500 pesos por cada  vivienda afectada. La desorganización de la dependencia federal dejó a miles de afectados sin la ayuda, que decidieron realizar bloqueos de protesta. También decenas de familias chontales quedaron fuera.

Al presentarse esos Frentes Fríos, la CFE y Conagua determinaron que Peñitas empezara a vaciar el embalse de la hidroeléctrica a mil 740 metros cúbicos por segundo de caudal, como medida de “seguridad elevado” previendo avenidas extraordinarias en la zona norte de Chiapas, donde se ubica la presa.

El 18 de octubre, Andrés Manuel López Obrador se trasladó a la presa Peñitas, donde supuestamente tomaría acciones para que el desfogue de la hidroeléctrica ya no volviera a inundar la planicie tabasqueña, y en particular al municipio de Nacajuca.

En esa fecha, anunció el “nuevo modelo de manejo de la hidroeléctrica”, mediante un “caudal ecológico y de protección civil”, mediante el cual la presa sólo desalojaría mediante turbinación un volumen de 300 metros cúbicos por segundo, “y no más, para que no se vuelva a inundar Tabasco”.

Sin embargo, para el 27 de octubre, ya no se respetó el desfogue de 300 metros cúbicos por segundo y se volvió a incrementar paulatinamente a 800 m3/s; 950 m3/s; el jueves 5 de noviembre subió a mil 250 m3/s; viernes 6, mil 500 m3/s y luego mil 750 m3/s, ese mismo día “para asegurar “condiciones de seguridad” de Peñitas.

Ese día, el presidente de México pidió a “mis paisanos” ir a los albergues y tomar precauciones pues se aumentaría extracción de agua de Peñitas “porque se tiene que evitar una tragedia mayor”.  

Y al siguiente día se desfogaron dos mil metros cúbicos por segundo, para “asegurar las condiciones de seguridad en la estructura de la presa”, a petición de la CFE, reportó Conagua. Hasta la fecha, la presa libera mil 200 metros cúbicos por segundo, sin cumplirse el “caudal ecológico y de protección civil”, prometido el 18 de octubre por López Obrador.

RELACIÓN CON AMLO DESDE DELGACION DEL INI

Los indígenas Chontales de esta región del municipio de Nacajuca, siguieron a Andrés Manuel López Obrador, cuando inició su aventura política de opositor hasta que llegó a la presidencia de la República, pero ahora que decidió “abandonarnos y ahogarnos” con el desfogue de la presa Peñitas, difícilmente se le volverá a dar un voto, afirman  pobladores de esta comunidad.

Desde octubre de 1988, cuando López Obrador se postuló como candidato a gobernador por el Frente Democrático Nacional (FDN), luego en la fundación del Partido de la Revolución Democrática – en el que fue líder y nuevamente candidato a gobernador-, así como en el Movimiento de Regeneración Nacional (Morena), los Chontales, siempre apoyaron al presidente de México.

Conocieron al político tabasqueño, cuando fue delegado federal del Instituto Nacional Indigenista (INI), de 1977 a 1982, pues incluso vivió en Nacajuca, en el lugar donde se ubicaban las oficinas de la institución. Allí les apoyó en gestoría de programas, de dotación de tierras, vivienda, educación, entre otras acciones gubernamentales, en el sexenio del presidente José López Portillo y el gobernador Leandro Rovirosa.

En 1982, se fue a la campaña del candidato a gobernador del PRI, Enrique González Pedrero, y en 1983, fue designado presidente estatal del tricolor. Luego se fue a una dirección del Instituto Nacional del  Consumidor, y regresó a Tabasco, en 1988, para ser candidato a gobernador por el FDN.

En su campaña los mítines con mayor asistencia era en las zonas indígenas del estado. Incluso, esos pueblos originarios impedían el ingreso de los priístas. En el poblado de Mazateupa, se registró un fuerte enfrentamiento con la comitiva del candidato a gobernador del PRI, Salvador Neme Castillo, quien tuvo que salir como pudo en el autobús de su campaña. Esa escena se repetiría en otros pueblos Chontales.

Al crearse el Partido de la Revolución Democrática (PRD), del que López Obrador fue primer dirigente en la entidad, los chontales fueron los primeros de afiliarse, pues incluso, una de las asambleas constitutivas, se realizó en el poblado de Mazateupa, Nacajuca en 1989.

A partir de allí, en cada elección constitucional que se realizaba, los chontales instalaban retenes en cada comunidad para vigilar las votaciones y evitar “el fraude electoral” del tricolor, argumentaban.

En 1996, este poblado cobró relevancia y fue un parteaguas en la vida política del macuspanense. En ese año, los pobladores demandaban a Pemex el pago por daños que la contaminación causaba en el medio ambiente a causa de los derrames de crudo y las carreteras que conducían a las instalaciones de Pemex, que habían alterado el curso de los drenes naturales y arroyos, pero la empresa petrolera se negaba  a indemnizar esa afectaciones.

En esa ocasión, aunque oficialmente no era dirigente estatal, todo lo decidía continuaba como el “líder moral”, López Obrador convocó al cierre del campo petrolero Sen, con un centenar de pozos petroleros en producción del mejor crudo superligero en toda esta zona. Fue cuando resultó descalabrado al ser disuelta la protesta y detenidos varios manifestantes.

Todo lo recuerdan claramente los viejos habitantes de esta comunidad, incluso muestran fotografías de ese desalojo, y afirman que ellos estuvieron allí con el ahora presidente de México.

Al igual que los pobladores de Oxiacaque, la misma situación enfrentan los poblados de Guatacalca, Olcuatitán, Isla Guadalupe, Chiflón, Cantemoc entre otras, donde las aguas provenientes de la presa Peñitas, han sumergido las tierras de cultivo y potreros.

Incluso, tampoco pueden ir a pescar por el riesgo que se corre con la fuerza de la corriente que llevan los ríos. También en las zonas habitacionales sufren, pues además de estar rodeados de agua, cualquier lluvia inunda sus viviendas pues la tierra ya no absorbe más líquido al estar saturada.

Los Chontales creen que no tendrán otra alternativa que seguir las enseñanzas que les inculcó López Obrador, cuando era dirigente del PRD: tendrán que realizar bloqueos y protestas para que los escuche y les envíen urgentemente ayuda, pues de lo contrario continuarán sin alimentos, medicinas para niños y ancianos, así como sus hatos morirán.