Con un historial de represión, abusos policiales e incluso, de desapariciones, el ex Subsecretario de Seguridad Pública de Veracruz, Federico Rivas Valdés rindió protesta como nuevo Secretario de Seguridad Pública en Mazatlán.
Rivas Valdés encabezó la subsecretaría de Seguridad durante el Gobierno de Javier Duarte de Ochoa y con Arturo Bermúdez Zurita al frente de la SSP.
De desempeñar de 2010 a 2012 el cargo de escolta del exgobernador preso en el Reclusorio Norte, Rivas Castán ascendió al puesto de Subsecretario de Seguridad, y se le consideró la mano derecha de Bermúdez Zurita durante un sexenio con un incremento en el número de desapariciones forzadas, inhumaciones clandestinas, participación de la policía en servicios con el crimen organizado y un enriquecimiento ilícito de las fortunas de los jefes policíacos.
De hecho, Rivas encabezó el Agrupamiento Tajín, relacionado con la entrega de detenidos a una tropa de élite encargada de desaparecer a sospechosos de tener ligas con el sanguinario cártel de Los Zetas.
Contra Rivas, pesa una inhabilitación por un año para ejercer cualquier cargo público en 2014, además de recibir una multa de 181 mil pesos por inconsistencias en la presentación de su declaración patrimonial.
El gobierno postulado por Morena en Morelos, encabezado por Cuauhtémoc Blanco Bravo, designó a Rivas Valdés Coordinador General de Seguridad Pública, pero su función concluyó en junio pasado, cuando fue destituido.
Sin embargo, el alcalde de Mazatlán, Luis Guillermo Benítez Torres (Morena) le dio la nueva oportunidad al segundo al mando en la estructura de Arturo Bermúdez, en un momento de relativa “calma” en el puerto turístico: con cifras por debajo del promedio en los delitos de homicidio, secuestro, feminicidio, extorsión, robo a comercio, y violación, de acuerdo con el Sistema Nacional de Seguridad Pública con relación al mes de julio.
El clima de tranquilidad en Mazatlán podría interrumpirse con el nombramiento de Rivas y su modo de operar del Agrupamiento Tajín por medio de retenes en donde se verificaban a sospechosos a bordo de vehículos. Si el automotor contaba con reporte de robo, se remitía al Ministerio Público, pero si el conductor transportaba droga o un mensaje que le vincularan con los Zetas, al retén acudía el jefe del Agrupamiento en donde interrogaban a los sospechosos.
Finalmente, los civiles eran entregados a Los Fieles, que los conducían a la Academia El Lencero o bien se les desaparecía en algún paraje solitario.
De todo esto recibía parte informativo Federico Rivas.
El escenario en el puerto mazatleco es privilegiado con otras ciudades del país al ocupar el segundo lugar estatal de incidencia del delito de homicidio, abajo de Culiacán, con 12 casos durante el mes de junio, pero con un descenso a 7 en julio; apenas un secuestro y dos feminicidios en el transcurso del actual 2019 y siete denuncias por extorsión.
Además, el puerto recibió en junio pasado una carga de 38 mil 674 turistas nacionales y 6 mil 100 turistas internacionales en el aeropuerto local, sumado al aterrizaje de 63 vuelos extranjeros y 365 nacionales.