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Adriana y Maya son para sus hijos heroínas que luchan contra el covid

Las enfermeras en el IMSS pasaron el Día de las Madres trabajando, atendiendo a pacientes en medio de la pandemia por coronavirus

Escrito en VERACRUZ el

Veracruz, Ver. – No portan capas ni antifaces, pero sí un traje que cubre su rostro y todo el cuerpo, Adriana y Maya son enfermeras del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS), pero para sus hijos son dos superheroínas que todos los días arriesgan su vida para vencer a un enemigo invisible. 

Salen todos los días de sus casas y se despiden de sus hijos para emprender una lucha constante no solo en contra del covid-19, sino también con una sociedad que las señala y juzga por realizar su trabajo, afirma una de ellas.

Adriana trabaja por las noches, su horario de entrada es a las 8:30, ella escogió ese turno debido a que durante el día cuida de sus hijos; el área en la que se desempeña es en la de maternidad en la clínica 71 del IMSS de Díaz Mirón.

Donde hace algunos días se registró la saturación de pacientes contagiados de covid-19, por lo que convirtieron el área de urgencias en hospital para atender estos casos.

“Nosotros estamos en los límites de la vida de estar en un momento muy feliz por un nacimiento y más tarde estar en un lumbral de muerte, el tomar de la mano a la persona que va a morir y ver que muere sola es lo que te cambia la manera de como vives fuera del hospital”, dijo Adriana.

La rutina por las noches se vuelve más cansada debido a la falta de personal y la gran cantidad de trabajo, el portar el uniforme es sumamente agotador, además el dolor que les causa la careta y el traje que los cubre de pies a cabeza por 12 horas consecutivas sin ir al baño y sin poder tomar una sola gota de agua.

“Es sumamente agotador duele muchísimo la cara, llega un momento en el que te agarra una ansiedad impresionante (…), salimos muy cansados y sobre todo deshidratados”, narró Adriana.

Pero añade que todo eso vale la pena, pues contar con la admiración de sus hijos contrasta todo el sufrimiento y cansancio del turno.

Para sus dos hijos, Adriana es más que una enfermera ya que la consideran como una superheroína que combate el covid-19 y que lucha para salvar la vida de los pacientes.

“Mi hijo el chiquito me dice, mami lucha mucho contra el virus, le pegas duro para que ya podamos salir al parque; ellos piensan que yo voy a acabar con el virus”, comentó Adriana con una sonrisa en la cara.

El temor a que sus hijos y ella puedan llegar a contraer el virus está siempre presente ya que sabe el sufrimiento y lo doloroso que es el tratamiento.

Es por eso por lo que antes de salir de su trabajo procura sacarse el uniforme, como una medida de prevención, pero no por el covid-19, sino por miedo a las agresiones que los mismos ciudadanos han hecho a otros compañeros de trabajo.

NO PUEDO VER NI ABRAZAR A MI HIJA

Para Maya la rutina es la misma, ella está en el área de urgencias de la misma clínica 71, en el turno de la mañana.

Lo primero que hace al llegar a su trabajo es ponerse su traje, empieza por las botas, dos pares de guantes, un uniforme quirúrgico, una mascarilla, lentes y después de eso se coloca un overol que la cubre desde la cabeza hasta los pies para evitar cualquier tipo de contacto con el virus SARS-CoV2.

La impotencia de ver el sufrimiento y agonía por lo que pasan los pacientes son sentimientos que Maya se le hace imposible de explicar, la frustración que siente al no tener los insumos suficientes para poder ayudarlos hace aún más difícil su trabajo, afirma.

Debido a la falta de insumos el personal de salud tiene que llevar su propio equipo para protegerse dentro del hospital, comentó Maya.

“Es bastante incomodo, además de que hay veces que el clima no funciona y tenemos que trabajar con calor y todo ese equipo de protección encima es difícil”

Desde que inició la contingencia Maya no puede ver a su hija, ya que sufre de asma y por eso tomó la decisión que se fuera con sus abuelos para evitar cualquier riesgo.

Pese a que en casa lleva a cabo todas las medidas de prevención, ella sabe que el riesgo de poder contagiar a su hija de covid-19 es demasiado grande.

“Me he tenido que aislar de mi hija, de mi madre, de toda mi familia, pues sé que en estos momentos puedo ser un riesgo para todos ellos”, dijo Maya.

Los momentos lejos de su familia y sobre todo de su hija a quien no puede abrazar desde hace más de dos meses han sido de los más difíciles, pero procura todos los días comunicarse con ella por vídeo llamada.

La preocupación de su familia siempre está presente, pues ella está en constante contacto con pacientes infectados por covid-19, señala que ya le tocó ver alguno de sus compañeros enfermarse.

Actualmente en el estado de Veracruz se tiene registrada la muerte de cinco personas que trabajaban en el sector salud, cuatro en Coatzacoalcos y uno en Nogales, entre ellos un enfermero recién egresado de la Universidad Veracruzana.

Maya y Adriana pasaran el Día de las madres trabajando, dando todo lo que tengan a su alcance para salvar la vida de cientos de personas, por lo cual hacen un llamado atento a la población a quedarse en casa.

ygr