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Adiós a 'Las Juanitas' en elecciones: las nuevas reformas en el INE

El Tribunal Estatal Electoral de Guanajuato organizó un par de charlas virtuales sobre la paridad de género. Aquí te explicamos el último tema

Escrito en GUANAJUATO el

 

La paridad de género es un término que últimamente escuchamos en todos lados, y en la voz de las y los diputados aún más. Se refiere a una participación igualitaria entre hombres y mujeres en las posiciones de poder y toma de decisiones.

“Que la mitad de los cargos de decisión sean para las mujeres en los tres poderes del estado, en los tres órdenes de gobierno, en los órganos autónomos y en las candidaturas de los partidos políticos y la elección de Ayuntamientos en municipios con población indígena”, enfatizó Ricardo Martínez, coordinador del Instituto de Investigación y Capacitación del INE.


La paridad de género fue el eje principal de un par de charlas virtuales organizadas por el Tribunal Estatal Electoral de Guanajuato (TEEG). Hoy se impartió el último tema: implicaciones de las nuevas reformas sobre paridad para el INE y los Oples -un Organismo Público Local encargado de organizar las elecciones de su estado-.

“Las mujeres se encuentran subrepresentadas en todos los espacios de poder y toma de decisiones”, resaltó el coordinador del Instituto de Investigación y Capacitación del INE al iniciar el tema.

Son 4 artículos los que se reformaron con la intención de equilibrar la participación femenina en la cancha política. Así lo explicó Ricardo Martínez:

-El primero es el Artículo 26 de la Ley General de Instituciones y Procesos Electorales. Este fue reformado para que los partidos políticos garanticen el principio de la paridad de género en el registro de candidaturas a los cargos de presidencias, alcaldías, concejalías, regidurías o sindicaturas de Ayuntamiento. Es decir, que haya la misma cantidad de hombres y mujeres participantes.  

Para cumplir esta reforma hay dos entes responsables: los partidos políticos que realicen las postulaciones y las autoridades electorales que deberán vigilar el cumplimiento, en el caso del Estado, el Instituto Electoral del Estado de Guanajuato (IEEG).

-En el Artículo 207 de la Ley General también hubo una reforma. Esta señala que en la elección de Ayuntamientos y alcaldías debe existir la paridad de género vertical y horizontal.

Al decir vertical, se refiere a que los partidos deberán postular candidatos en proporción de género para un mismo Ayuntamiento, ambos con la misma oportunidad de participación de hombres y mujeres. De manera horizontal, se entiende por vigilar la paridad en el registro de esas candidaturas entre los Ayuntamientos, de cada entidad federativa.

-La otra reforma de la que se habló es sobre el Artículo 14. En este, indican que el propietario y suplente deberán ser del mismo género, en los cargos de elección popular. Si una mujer abandona el cargo, será otra mujer la que llegue en su lugar.

Para darse una idea, basta recordar el conocido término ‘Juanitas’, que se popularizó en el año 2009. Cuando algunos partidos presentaban candidatos de género femenino a puestos públicos con la intención oculta de hacer que esa candidata renunciara, para así reemplazarla con un suplente masculino.

El término ‘Juanitas’ surgió en referencia a Rafael Acosta (Juanito), quien renunció a su cargo como Jefe Delegacional de Iztapalapa para dejar su lugar a Clara Brugada, de acuerdo con Reporte Indigo. Pero esta situación ocurrió 10 veces en el mismo año, solo que 8 de las renuncias correspondían a mujeres y en todos sus casos los suplentes eran hombres.

-La reforma en el Artículo 32 tiene la intención de garantizar el cumplimiento de la paridad de género. Así como respetar los derechos políticos y electorales de las mujeres. Este es el último Artículo que se trató en la charla, pero no el menos importante. Dando a entender que el INE deberá regirse por la perspectiva de género.

Estos cambios se acataron bajo la Reforma Constitucional del 2019, conocida como Paridad en Todo. La idea es romper la brecha a la que se enfrentan las mujeres en el ámbito político. Y va más allá del primer paso que se dio en 1955, cuando los votos de las mujeres mexicanas se depositaron en las urnas por primera vez.