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Acoso, violencia y recortes presupuestales; la UV termina su turbulento 2019

Los señalamientos de hostigamientos sexuales cometidos por catedráticos movilizaron a las autoridades de la institución

Escrito en VERACRUZ el

Este 2019 fue complejo para la Universidad Veracruzana (UV) al enfrentar señalamientos por acoso y hostigamiento sexual al interior de sus facultades, así como casos de violencia en contra de la comunidad universitaria. Además se registró un golpe a sus finanzas para 2020, con recortes a los subsidios tanto estatal como federal.

De hecho, las expresiones de movimientos feministas contra el acoso influyeron en la emisión de su Protocolo de Alerta de Género para las facultades y entidades al interior de la Alma Máter.

Las denuncias por acoso sexual fueron tema constante en los medios de comunicación; especialmente las acusaciones anónimas que se dieron a conocer en la página de Facebook Acosadores UV en contra profesores y personal administrativo de esta institución.

La página da cuenta de hostigamientos en Coatzacoalcos, Veracruz y Xalapa, en donde se muestran mensajes presuntamente enviados por maestros a sus alumnas.

El punto más álgido se generó cuando las alumnas decidieron salir a marchar para denunciar abusos por parte de maestros. Un caso fue el de la Facultad de Psicología en Xalapa, en donde un maestro habría ofrecido “experiencias curriculares” a las alumnas en su domicilio particular.

Según las denuncias, al menos 15 profesores están involucrados en estos casos, que van desde las intimidaciones hasta las amenazas, que se dieron a conocer en una asamblea estudiantil de noviembre pasado.

Pero los casos no han sido denunciados únicamente en esta Facultad, sino en prácticamente todos los campus del estado, en donde la constante es el abuso de poder de los maestros para lograr acercamientos inadecuados con las alumnas.

Acusaron dilación por parte de las autoridades universitarias que están al tanto de estos casos, que han ocurrido desde hace 10 años, y no han hecho nada por evitarlos o sancionarlos.

Uno de los casos más sonados es el de una alumna que contó a La Silla Rota Veracruz el “modus operandi” de un profesor de la carrera Técnico Superior Universitario en Diseño Asistido por Computadora, en Veracruz puerto.

Se trata de Juan Carlos Reyes Romero, catedrático y coordinador de los Talleres Libres de Arte, que fue denunciado por acoso y abuso de autoridad, y pese a que existen en contra de él otras denuncias desde 1997 no ha pasado nada.

En respuesta, la rectora de la UV, Sara Ladrón Guevara, justificó qué hay ocasiones en que las estudiantes “mienten” y acusan de acoso y hostigamiento sexual a sus maestros por haberlas reprobado.

Incluso, admitió que en los casos en los que sí se ha comprobado el acoso resulta “difícil” despedirlos por trámites burocráticos y el contrato colectivo de trabajo.

"Para llegar a una rescisión no es tan fácil y hay un acompañamiento por parte de la Unidad de Género; por otro lado, la Dirección de Recursos Humanos tiene que cumplir con las leyes", dijo la rectora.

La violencia ejercida en las aulas contra las alumnas de la UV no ha sido la única que experimentan porque han denunciado acoso al caminar fuera de las instalaciones de la institución.

En noviembre pasado se denunció que alumnas de la Facultad de Medicina en el campus de Veracruz, han tenido que salir corriendo porque han sido perseguidas al salir de clases.

Esto también motivó a que los alumnos alzaran la voz para exigir mayor seguridad en esta zona.

La misma universidad, señaló que desde el 2013 a este año se han interpuesto 32 denuncias por hostigamiento sexual y 10 de acoso sexual, según el comunicado “por espacios libres de violencia: ni acoso ni hostigamiento”.

Tan solo en 2019 se registraron siete quejas por hostigamiento y cuatro más por acoso sexual; de esa cifra, una queja se quedó sin sanción por renuncia, una más no procedió y tres está en proceso. También se registró la rescisión contractual de dos trabajadores, la suspensión de cuatro y la amonestación de uno.

La comunidad universitaria tampoco se ha salvado del crimen, que ha generado el asesinato de alumnos, como el ocurrido en septiembre pasado en contra de un estudiante de la licenciatura en Gestión y Dirección de Negocios de la Facultad de Contaduría y Administración de la región de Xalapa.

Se trata del asesinato de Daniel y otras dos personas, que charlaba afuera de un domicilio de la colonia Lerdo de Tejada cuando una pareja disparó contra los jóvenes.

Como en cada caso, la Universidad emitió un breve comunicado exigiendo justicia y condenando el crimen por considerar que se debe poner fin “a toda esta barbarie”.

El pasado 11 de junio, Margarita Alarcón, egresada de la UV, fue asestada a balazos al interior de una tienda de abarrotes que atendía en el municipio de Huatusco.

La joven de 27 años de edad logró obtener una maestría en la UV con el tema "Adolescencia, noviazgo y violencia de género: miradas desde el espacio escolar en Teocelo, Veracruz"; su muerte conmocionó a la comunidad universitaria porque un hombre armado acabó con su vida para robarle 2 mil pesos.

En septiembre de 2013, el egresado de la Facultad de Ciencias Agrícolas de Xalapa y fundador del Colectivo Xalapeño de Permacultura, fue asesinado a balazos afuera de una unidad habitacional en Xalapa.

Apenas tenía dos meses de haberse graduado y ya había iniciado un proyecto para rescatar espacios abandonados de la capital veracruzana en los que sembró huertos comunitarios para generar conciencia entre la población.

La intención era cultivar plantas medicinales libre de pesticidas y agroquímicos, con el uso de la lombricomposta, e involucrar a los ciudadanos para cuidar estos espacios.

Pero el panorama para la UV durante este 2019 no solo ha cobrado notoriedad por los casos de acoso sexual o la violencia contra estudiantes y agregados, pues sus finanzas también se han visto afectadas.

Como desde hace varios años, la Universidad ha pugnado por la entrega de recursos federales que durante la administración de Javier Duarte de Ochoa se dejaron de dotar y que dio como resultado una deuda ante el Servicio de Administración Tributaria (SAT) por más de mil 600 millones de pesos que le son reclamados.

Se trata de recursos descontados a los trabajadores por concepto de Impuesto Sobre la Renta (ISR) que no fueron entregados para su pago; sobre este tema, la rectora Sara Ladrón de Guevara aceptó en repetidas ocasiones que no ha habido abono durante el Gobierno de Cuitláhuac García Jiménez.

Como respuesta, el mandatario anunció que buscaría un esquema para que el SAT reconsidere la exigencia del cobro del adeudo que no logró disminuirse más que en 358 millones de pesos durante el Gobierno de su antecesor, el panista Miguel Ángel Yunes Linares.

Aunado a esto, el Congreso local aprobó un presupuesto para la UV en 2020 que no contempla ampliaciones sino recortes, bajo el argumento de que la federación redujo los recursos del subsidio y en el estado las previsiones para la recaudación también disminuyeron.

La máxima casa de estudios en Veracruz recibirá 5 mil 766 millones 18 mil 362 pesos; esto se compone de 3 mil 61 millones 402 mil 960 pesos de recurso estatales y 2 mil 664 millones 730 mil pesos de recursos federales.

El proyecto inicial era entregarle 6 mil 294 millones 133 mil 947 pesos, 3 mil 61 millones 402 mil 960 pesos de Subsidio Estatal Ordinario y 3 mil 232 millones 730 mil 987 pesos de recursos federales, esto debido a que este año se destinaron 3 mil 60 millones 976 mil 948 pesos de Subsidio Estatal Ordinario y solo 2 mil 92 millones 254 mil 277 pesos de recursos federales, pero la federación entregó menos recursos a los proyectados.

Pese a ello, la Universidad emitió un comunicado en el que defendió el presupuesto otorgado al señalar que reconoce los esfuerzos de los poderes Ejecutivo y Legislativo estatales al aprobar un presupuesto “mayor al del ejercicio actual, a pesar del complejo escenario financiero estatal”.

E insistió en que la Secretaría de Finanzas y Planeación (Sefiplan) ha manifestado su compromiso de cubrir en el ejercicio 2020 el pago pendiente con el SAT por el período de agosto 2014 a noviembre de 2016, ante la falta de pago de los subsidios por parte del Gobierno del estado en el período 2010-2016.

“Situación que refleja un esfuerzo de la presente administración estatal encabezada por Cuitláhuac García; la Universidad Veracruzana es consciente del entorno macroeconómico nacional y mundial así como de la política económica del país, que nos exige adoptar medidas de racionalidad”, señala el documento en el que se compromete a garantizar el cumplimiento de sus funciones sustantivas, sin dejar de sostener sus políticas de austeridad emitidas este, año así como aplicar el programa de austeridad y disciplina financiera 2020, garantizando los derechos laborales de sus trabajadores.

La situación en la Universidad Veracruzana ventilada en los medios presionó, sumado a las protestas de movimientos de feministas, a lanzar el protocolo contra violencia en los primeros días de diciembre de 2019. Este se someterá a la aprobación del Consejo General Universitario y se pondrá en línea junto con los Mecanismos de Participación para la Revisión de la Propuesta, misma que podrá ser analizada por la comunidad universitaria para que exista una retroalimentación a través de las coordinaciones regionales.

ygr