Main logo

Etiquetado en riesgo: Nestlé, Canacintra… por doblegarlo de última hora

La industria de alimentos procesados continúa oponiéndose bajo el argumento de que costo-beneficio no se justifica y sería mejor educar a la población sobre nutrición

Escrito en ESPECIALES LSR el

El cambio de etiquetado frontal de alimentos está en la recta final; sin embargo, la industria de alimentos procesados continúa oponiéndose. En la consulta que realiza la Secretaría de Economía sobre la modificación de la Norma Oficial Mexicana 051, empresas como Nestlé y asociaciones como la Cámara Nacional de la Industria de la Transformación (Canacintra) señalan que el costo-beneficio no está justificado y que sería mejor educar a la población sobre alimentación, en lugar de modificarlo.

La organización El Poder del Consumidor destaca que los argumentos que está dando la industria en la consulta sólo buscan confundir para evitar que se hagan cambios con los que no están de acuerdo, ya que aún se pueden hacer modificaciones a la propuesta antes de que entre en vigor.

La Comisión Nacional de Mejora Regulatoria (Conamer) ha recibido hasta ahora 55 comentarios en referencia al proyecto de modificación a la NOM-051-SCFI/SSA1-2010, en el que se plantea la implementación de un etiquetado de advertencia que será con seis octágonos que deben contener el mensaje “exceso calorías”, “exceso azúcares”, “exceso grasas saturadas”, “exceso grasas trans”, “exceso sodio”, así como añadir las leyendas  “contiene edulcorantes, evitar en niños” y  “contiene cafeína, evitar en niños”.

Otra de las modificaciones a la NOM-051 es la prohibición del uso de “personajes, dibujos, celebridades, regalos, ofertas, juguetes o concursos, ofertas relacionadas con el precio o el contenido, juegos visual-espaciales o anuncios de redes sociales del producto, que fomenten su consumo cuando el alimento o la bebida tenga al menos un sello de advertencia”.

En su Análisis de Impacto Regulatorio, la Secretaría de Economía indica que cambiar el etiquetado tendrá un costo estimado de 19 mil 059 millones 975 mil pesos, mientras que se podrían ahorrar 25 mil 145 millones 343 mil 425 pesos del gasto público destinado a atender enfermedades asociadas a la obesidad y sobrepeso.

En la consulta, que concluye el próximo 10 de diciembre, han participado empresas como Nestlé, que señala que el proyecto no cumple con lo establecido en la Ley General de Mejora Regulatoria. Critica que se quiere modificar el etiquetado, al indicar “sin evidencia” que el sistema de Guías Diarias de Alimentación no cumple con informar a los consumidores.

Asimismo, dice que las autoridades no presentaron una justificación que avale que la propuesta del etiquetado de advertencia es la mejor opción, en comparación con el sistema actual o con otros que se utilizan en el mundo, como el NutriScore.

“Podemos concluir que la única experiencia que se tiene medida es la de Chile, donde en realidad la implementación si bien ha logrado que se aumente la toma de decisiones de los consumidores por la etiqueta esto ha traído como consecuencia ‘Desarmonización del etiquetado, implica un aumento en los costos de implementación, operación y gestión del producto en cada país objetivo’.

“Por lo que para lograr que el consumidor fuera consciente de sus decisiones de compra se ha afectado a toda la industria en vez de establecer campañas que sirvan para educar a los consumidores, que podrían tener el mismo efecto”, destaca Nestlé.

La empresa estima que en realidad los ahorros en el gasto público en salud ascenderían a 8 mil 723 millones 771 mil 118 pesos, “lo cual no sería suficiente para demostrar que existe un beneficio por su emisión”.

Por eso solicita que se replantee la propuesta tomando en cuenta las consideraciones mencionadas, que revalore la alternativa de realizar campañas de concientización de la población que tendrían un impacto económico menor, ya que la regulación que se quiere hacer “es impropia, ya que el combate a la obesidad y la reducción de esta enfermedad que aqueja a nuestra población no se gestiona mediante la publicación de una Norma Oficial Mexicana, sobre todo cuando se han efectuado recortes al presupuesto de la Secretaría de Salud para aplicar la política pública encaminada tanto al tratamiento de enfermedades, como su prevención”.

La Canacintra también emitió sus comentarios, en los que resalta que en el proyecto para modificar la NOM-051 no se fundamentan los méritos del sistema de etiquetado de advertencia sobre otras opciones, además, no se justifica por qué se eligió el sistema de advertencia similar al de Chile. 

Señala que se sobreestiman los beneficios del etiquetado, ya que no existe una relación causal entre éste y la salud, además, “no se consideran los costos derivados del diseño específico del esquema, que generan incentivos perversos para consumidores y productores al grado de poner en riesgo los propios objetivos de la modificación”.

Indica que en el proyecto de reforma se incluyen medidas que no se estipulan en los cambios a la ley aprobados en el Congreso, como el que los productos que tienen al menos un sello no pueden tener personajes, dibujos, celebridades, regalos, juguetes ni ofertas que fomenten su consumo. Con esta medida se busca proteger principalmente la salud de los niños.

Otro de los temas que no se incluyen en los cambios a la ley y sí en las modificaciones a la NOM 051 es la prohibición de declaraciones nutrinmentales o saludables, así como las leyendas relacionadas con los edulcorantes y la cafeína y sus riesgos para los niños.

La Cámara alerta que el hecho de que prácticamente todos los productos tendrán por lo menos un sello reducirá el poder disuasivo y se hará más difícil la comparación entre distintos alimentos.

Advierte que “del lado de los productores de alimentos procesados, la cobertura prácticamente total de los alimentos procesados por la obligación de colocar por lo menos un sello implica que la probabilidad de eximir determinado alimento de esta obligación por medio de la reformulación es muy baja”.

La Cámara Nacional de la Industria Panificadora y Similares de México (Canainpa) también emitió sus comentarios, en los que destaca que la NOM-051 está todavía vigente, ya que entró en vigor el 30 de junio de 2015 y no se han cumplido los cinco años con los que cuenta. Recuerda también que la Suprema Corte de Justicia de la Nación declaró constitucional el etiquetado actual al resolver un amparo que solicitó El Poder del Consumidor el pasado 8 de mayo.

Menciona que “la regulación propuesta no describe ni demuestra la forma en que el etiquetado frontal ofrecerá información útil para el consumidor y para la corrección de la asimetría de la información, de modo que el consumidor tenga elementos suficientes para la toma de decisiones sobre un consumo calórico responsable, dado que no se describe qué medidas se tomarán para la educación poblacional respecto al consumo calórico responsable y se asume que únicamente el etiquetado de productos será el medio para promoverlo”.

La Canainpa añade que también debería aplicarse la regulación a los lugares de comida rápida y los que están en la vía pública, ya que los alimentos que se venden ahí también contribuyen a la obesidad y sobrepeso de la población.

Asimismo, la Asociación Nacional de Fabricantes de Chocolates, Dulces y Similares (Aschoco) resaltó que sólo 30% de las calorías que consumen los mexicanos provienen de los alimentos preenvasados y que el resto son por la ingesta de los otros tipos de comidas.

Expresa que el etiquetado de advertencia no muestra de manera clara la ingesta de calorías ni hace distinción entre productos similares que han reducido su aporte calórico, “por lo que un chocolate siempre tendrá la misma cantidad de sellos de advertencia, sin importar los esfuerzos que haga la empresa para su reformulación, por lo que esta información que se transmite al consumidor le manda un mensaje que todos los productos de esta categoría tienen el mismo efecto para su salud”.

La Aschoco indica que el sistema de advertencia no permite que los consumidores desarrollen capacidades de razonamiento sobre la cantidad de nutrimentos a los que está expuesto. Critica que las disposiciones relacionadas con las declaraciones de advertencia de edulcorantes, cafeína, y las restricciones para el uso de personajes y famosos en los empaques no están justificadas al no tener una relación causal con los índices de obesidad y sobrepeso.

“Debe la autoridad emisora justificar las alternativas de regulación, incluyendo otro tipo de normas, así como estudios científicos que justifiquen el alejamiento de otros modelos de etiquetado”, enfatizó.

“Conamer sólo tomará en cuenta comentarios con sustento científico”

La Conamer tiene en sus manos la decisión sobre la NOM-051, que deberá decidirse en los primeros días de diciembre. La decisión parece ser entre los especialistas de la salud, que aseguran que este cambio beneficiará a los mexicanos, y la industria, que desde principios de año comenzó un intenso cabildeo en el Congreso de la Unión para evitar que avanzaran las modificaciones a la Ley General de Salud en materia de sobrepeso, obesidad y etiquetado de alimentos y bebidas no alcohólicas, que el pasado viernes fueron publicadas en el Diario Oficial de la Federación.

El sistema de etiquetado frontal de advertencia ya está aprobado en esa ley, pero en la norma están en juego otras especificaciones como los sellos que alertan de edulcorantes en productos y el uso de personajes, celebridades o incluir juguetes en los alimentos que tienen por lo menos un sello.

La consulta cierra la primera semana de diciembre y la Conamer tiene un plazo de 45 días para analizar los comentarios y decidir si se hacen modificaciones al proyecto o si se queda así como está la propuesta, por último se debe publicar en el Diario Oficial de la Federación. 

En la consulta también hay muchos comentarios en favor del cambio de etiquetado, entre los que resalta el de Juan Ángel Rivera Dommarco, director general del Instituto Nacional de Salud Pública, quien dio a conocer las estimaciones que se han hecho sobre el costo-beneficio que tendrá el etiquetado de advertencia.

Explica que utilizando modelos matemáticos estiman que con la implementación del nuevo modelo de advertencia se ahorrarían 46.8 mil millones de pesos al Sector Salud en gastos por obesidad y enfermedades asociadas, 21 mil 42 millones de pesos en costos directos en adultos, 14 mil 454 millones  en indirectos y 10 mil 897 millones en gastos directos en niños y adolescentes.

Paulina Magaña, investigadora en salud alimentaria de El Poder del Consumidor, explica que lo mencionado por la industria en la consulta es “efectivamente una de las estrategias para retrasar o confundir un poco, hacer este tipo de comentarios que no están basados en evidencia sí puede meter cierto ruido sobre todo en puntos que son muy cruciales y de mucho interés para la industria”.

“Hay varios elementos como el uso de personajes, el uso de edulcorantes, que quizá puedan ser de mucho interés para que no se incluyan en la norma, entonces el hecho de tener un número grande de comentarios puede tener alguna interferencia en estos puntos clave, pero también hay comentarios de parte de muchas instituciones académicas, que tienen el respaldo de la evidencia y esto contrarresta”, destaca la especialista.

Aclara que no todos los productos van a tener sellos, sólo aquellos a los que se les han añadido azúcar, grasas, sodio o algún otro elemento que se considere dañino a la salud. Además, dijo que en los cambios que se hicieron a la ley no se tienen que incluir todas las propuestas de la norma, ya que esta última es mucho más específica.

Alejandro Calvillo, director de El Poder del Consumidor, expresa que hay mucha presión de la industria todavía; sin embargo, el proyecto de la NOM-051 que está en consulta fue avalado por las secretarías de Economía y de Salud, por organismos de Naciones Unidas, por Cofepris y por el  Instituto Nacional de Salud Pública.

Explica que “lo que hay en la ley refuerza en términos generales la norma, pero de hecho ni se necesitaba, la norma podía ir sin reforma a la ley, de hecho así fue en la norma pasada de 2014. La norma no tiene que adecuarse, es mucho más específica, entonces no hay ningún fundamento legal como para decir que no puede regularse los elementos que hay en el etiquetado, porque no está en la ley, eso es totalmente absurdo”.

Respecto a la elaboración del proyecto final de la NOM-051, Calvillo destaca que éste es el último paso, pero “lo que dejó muy claro la autoridad en el grupo de trabajo de modificación de la norma y también en el Comité Nacional de Normalización es que los comentarios que se van a  tomar en cuenta son los que tienen base científica”. 

Ambos coinciden en que hubo mucha resistencia de la industria para que se hicieran modificaciones al etiquetado, desde cabildeo en la Cámara de Diputados y el Senado de la República, hasta la consulta. Ahora sólo falta esperar  a que la Conamer tome la última decisión en este proceso.

JGM