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EPN queda a deber en cuanto a la atención a la salud

Los principales problemas de la salud en México tienen que ver con las brechas de desigualdad, de género y geográficas, entre otras, dice el doctor Eduardo González Pier

Escrito en NACIÓN el

CIUDAD DE MÉXICO (La Silla Rota).- En el sexenio de Enrique Peña Nieto la prioridad en salud fue que la atención fuera universal pero no se obtuvieron los avances esperados. Hubo cambio de secretario, no pudo haber continuidad y se redujeron los presupuestos. De los 36 países miembros de la Organización para la Cooperación y Desarrollo Económico (OCDE), México ocupa el último lugar en cuanto al gasto público en Salud. El actual mandatario queda a deber en la materia.

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Lo anterior es parte de la reflexión que hace el doctor Eduardo González Pier, ex subsecretario de Desarrollo e Integración Sectorial de la Secretaría de Salud, respecto de la situación en nuestro país y los retos que se enfrentan.

“Los principales problemas de salud en México no tienen que ver con promedios ni totales; es un asunto de la gran desigualdad que enfrenta el país, de las brechas que no sólo son socioeconómicas, sino que también son geográficas, tiene que ver con lo urbano y lo rural, con el género y con los grupos en situación de vulnerabilidad”. 

El doctor en economía por la Universidad de Chicago destaca que si se evalúa la salud con base en la esperanza de vida al nacer, nos topamos con que esa esperanza se está estancando. Hasta antes del año 2000 crecía a razón de tres meses por año y con el inicio del siglo se ha ido frenando.  “Hoy en día puede haber ocho estados de la República donde la esperanza de vida ha ido bajando, sobre todo en entidades con mucha violencia”. 


El gasto público

Quien ahora es asociado del Centro de Desarrollo Global, ubicado en Washington (es un organismo de análisis) y director general de la Fundación de la Clínica Médica Sur muestra a La Silla Rota las cifras con que cuenta la OCDE en materia de gasto gubernamental: Alemania destinó en 2017 el 9.6% de su Producto Interno Bruto (PIB) al sector salud; si se toma en cuenta el gasto privado el porcentaje llega a 11.3 del PIB.

Mientras, en ese año México apenas le canalizó el 2.8% del PIB como gasto público, y tomando en cuenta la inversión privada fue de 5.4%.

Ese 2.8% es un valor estimado por la OCDE para ese año y lo importante de conocer estos datos, afirma el doctor González Pier, es que se utilizan metodologías aplicables para todos los países miembros.

De acuerdo con esas estimaciones, México comenzó el siglo con un gasto gubernamental de 2% del PIB y observó crecimientos modestos en los siguientes años hasta alcanzar 3.1% en 2013, año que registró su máximo histórico en este siglo; sin embargo, en los últimos años se redujeron los presupuestos  y hoy estamos en el 2.8% ya mencionado. Estas cifras se pueden consultar en https://stats.oecd.org/viewhtml.aspx?datasetcode=SHA&lang=en#

En materia del gasto total en salud (tomando en cuenta lo público  y lo privado), en 2017 se observó la inversión más baja desde 2009, año en que llegó a 6.1% frente a 5.4% del año pasado.

 

El doctor Eduardo González Pier, ex subsecretario de Desarrollo e Integración Sectorial de la Secretaría de Salud (Foto: Irma Rosa Martínez)

Hay buenas noticias pues las enfermedades no transmisibles se pueden prevenir


De una manera muy didáctica, González Pier explica que hay dos tipos de problemas, que son objetivos a vencer: los sustantivos, que tienen que ver con mejorar las condiciones de salud de los mexicanos y proteger las finanzas de la población ante gastos excesivos de salud.

Por otro lado, están los que denomina instrumentales: un sistema disfuncional de salud, instituciones poco transparentes y con problemas de desempeño, desabasto de medicamentos y  coberturas desiguales, entre otros; es decir, cómo funciona el sector.

El también ex presidente ejecutivo de Funsalud y director de finanzas del IMSS señala que hay dos tipos de problemas de salud que plantean retos importantes: las enfermedades crónicas no transmisibles (en las que además de las cardiovasculares y la diabetes él incluye las cerebrovasculares y problemas renales y hepáticos relacionados con el síndrome metabólico) y el cáncer.

En un segundo bloque coloca a las lesiones que pueden ser intencionales y no intencionales.  En las primeras se incluye a las derivadas de la violencia y se concentran en hombres jóvenes; las segundas se refieren a accidentes de tránsito y de otros tipos.

“Hay una buena noticia: las enfermedades no transmisibles son susceptibles a la prevención. Las grandes ganancias de la salud, las más rentables, son las enfermedades que se pueden prevenir”.  Sin embargo, precisa que todos los problemas son difíciles de abordar si no se cuenta con los instrumentos necesarios.

En este sentido destacó la necesidad de fortalecer la atención primaria, la cual se encuentra en muy malas condiciones. Y es importante atenderla porque se puede hacer un mejor trabajo para la detección temprana de enfermedades que después se pueden convertir en crónicas.

Subrayó que se requiere una planeación muy importante pues si se quiere resolver el problema del acceso de poblaciones marginadas a los servicios mediante la instalación de  Centros de Salud y éstos no cuentan con personal ni equipo médico, no va  resolver nada. Y eso pasa con mucha frecuencia en nuestro país.

González Pier enfatizó que, por ejemplo, hay escasez de médicos en sector público al mismo tiempo que todos los años se gradúan médicos en el país y no encuentran empleo en las instituciones. Estos médicos acaban dando consulta en las farmacias mientras que en amplios sectores del país no hay doctores.

“Es un asunto de planeación, coordinación y congruencia, dijo


No todos los problemas requieren una solución médica

El doctor González Pier enfatiza que es preciso diferenciar entre la salud y la política médica. Hay muchos problemas de salud que no requieren una atención médica.

Ejemplifica con el caso de los accidentes en los que se requiere un trabajo interinstitucional con la participación de las secretarías de Seguridad Pública, de Educación, de Comunicaciones y Transportes y los municipios, para reducir el índice.

También en materia de enfermedades crónicas no transmisibles se deben aplicar políticas intersectoriales pues, por ejemplo, para evitar el tabaquismo y la obesidad es preciso aplicar políticas no sólo de atención a la enfermedad sino de prevención y eso se debe hacer desde diversas instituciones y dentro de la familia.

Cito el caso del cáncer de pulmón, el cual gracias a políticas que no son médicas ha reducido su incidencia. La aplicación de impuestos al tabaco y un menor porcentaje de población que fuma, ha tenido buenos resultados.

“Si se medicalizara toda la atención no hay presupuesto que alcance”, subrayó.




lrc