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Así opera el narcomenudeo en Ciudad Universitaria

Las Facultades de Ciencias Políticas y Sociales y de Filosofía, las Islas y Los Bigotes son los lugares más 'comunes' de CU que detectan los universitarios

Créditos: Especial
Escrito en METRÓPOLI el

El frontón de Ciudad Universitaria, donde el 23 de febrero dos presuntos distribuidores de droga fueron abatidos, es la zona más conocida como de venta de droga, pero no la única. Las otras son las Facultades de Ciencias Políticas y Sociales y de Filosofía, las Islas y Los Bigotes, la escultura cercana al Metro CU.

En el caso de las canchas de frontón, antes de que fueran enrejadas, se veía ahí a hombres que llegaban en motocicletas, a quienes se les acercaban clientes y compraban, dice a La Silla Rota un estudiante. 

Cuando se colocaron las rejas, entonces los vendedores se instalaron en el pasillo a ofrecer sus drogas, sin importar la presencia de los vehículos de Vigilancia UNAM. “Parecía Tepito”, compara.

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 A cinco días de los sucesos violentos, además de cartelones con mensajes como “No es tu amigo, es narco” o “No es lo que compras, es lo que fomentas”, distribuidos en las facultades, se ven patrullas que rondan la zona, y el acceso a los frontones sólo se permite con credencial, tanto para alumnos y ex alumnos como académicos.

En esa zona deportiva, al lado de una cancha donde un equipo de futbol femenil se toma un respiro después de concluir un juego, trabajadores toman medidas para colocar luminarias.

Al salir de ahí, rumbo a las instalaciones de la Facultad de Ingeniería, se ve a dos hombres que sospechosamente tienen un mini puesto en pleno pasillo; venden dulces y cigarros pero al pasar cerca de ahí se percibe olor a mariguana.

De acuerdo con otra estudiante, algo similar sucede en la Facultad de Ciencias Políticas y Sociales (FCPyS), en el circuito exterior de CU. 

En esa zona desde hace tiempo es común el olor a mariguana; la diferencia ahora es que los vendedores se pasean cerca de los puestos de comida, algunos con el churro entre los dedos, unos más con su mona, asegura la universitaria.

Incluso se ve a unas personas que vigilan a quienes llegan y se lo reportan a otras personas.

Añade que luego del 23 de febrero su presencia ha disminuido por los rondines que realiza el personal de vigilancia y el escándalo que causó la muerte de los dos hombres, pero aún se les puede ver.

Otro estudiante señala que a dichos puntos de venta se agrega la de Los Bigotes, la cual se han movido un poco luego de que desde hace unos meses se enrejó la zona verde ubicada casi enfrente, donde hacían sus ventas y también donde estudiantes se tendían a descansar plácidamente. 

Como lugares clásicos agrega a las Islas, cerca de Rectoría, y “Filos”, es decir la Facultad de Filosofía. 

En "Filos" en un pasillo, a unos metros del auditorio Che Guevara, se observa a dos jóvenes con pipas, uno colocando la mariguana, otro jalándole al vaporizador, que contiene agua para lograr un efecto más puro.

A unos metros de ahí, entre la biblioteca y Rectoría, un colectivo intenta hacer una manifestación contra la violencia, critican al rector Enrique Graue por pedir a los jóvenes asumir su responsabilidad en el consumo, y le voltean el argumento, al considerar que haber puesto rejas al frontón fue una medida de seguridad que no acabará con el consumo pero equivale a encerrar a los estudiantes. 

Los asistentes no rebasaron el centenar e incluso la asamblea que tenían anunciada para este jueves 1 de marzo fue pospuesta. La movilización fue menor y no se compara a la ocurrida el año pasado por el asesinato de la estudiante Lesvy.

fmma