Main logo

“Las bolsas que hago son caras, pero no al precio que las da Zara”

Desde hace 50 años, Lidia elabora bolsas artesanales; la tienda de ropa Zara lanzó a la venta unas bolsas que son como “las de mandado” pero con precio de $649

Escrito en DINERO el

La magia comienza cuando Lidia Herrera Tenorio se sienta en su máquina de coser, se coloca sus lentes y deja que el hilo y la tela fluyan hasta ser uno mismo. Así es como desde hace 50 años ella elabora bolsas artesanales, labor que le permitió darle una carrera a sus 11 hijos y que la mantiene activa a sus 96 años.

La tienda de ropa de origen español Zara lanzó a la venta esta semana unas bolsas que generaron controversia en redes sociales porque son como las que los mexicanos conocemos como las “bolsas del mandado”, pero las ofertó a 649 pesos, un costo muy superior al que comúnmente cualquier persona las encuentra aquí. Tras las críticas, decidió retirarlas de sus tiendas en el país.

En entrevista con La Silla Rota, Lidia señala: “pues no sé de donde trajo la tela, porque desde hace muchos años salió la competencia, pero yo sigo con mi tela que ya tengo años con ella trabajándola y que veo que dura y aunque es cara, porque francamente todos los materiales con los que hacemos esa bolsa son carísimos, por eso la bolsa tiene el precio que es caro, pero no al precio que la sacó ahora esta compañía Zara”. 

“Le pusieron un precio muy exorbitante, porque realmente no se dieron a la tarea de ver el mercado para conocer a qué precio están las bolsas y por eso mucha gente estuvo en contra de este anuncio que sacó y nos han apoyado a dar a conocer las bolsas de mi mamá”, declara Rebeca, hija de Lidia.

Lo que para esta empresa fue una oportunidad de venta, para Lidia representa un negocio de toda la vida. A sus 96 años de edad, ella ha dedicado 60 a elaborar estas bolsas artesanales, los primeros 10 fueron en colaboración con un empresario de origen alemán que trajo la idea a la Ciudad de México.

“Así empezamos a distribuir de a poquito, para darla a conocer aquí en México, porque en esa época nomás era bolsa de ixtle y bolsa de papel. Cuando empezamos a distribuirla no la querían porque decían que se iba a romper o que se les iban a cortar las asas”, recuerda esta abuelita, quien se volvió viral luego de que uno de sus nietos publicara en redes sociales que ella llevaba años realizando esta labor.

Con el paso del tiempo, llegó la competencia y el empresario alemán con el que colaboraban no quiso seguir. Lidia decidió seguir adelante con el proyecto y desde hace 50 años lo ha hecho suyo, adaptándose a lo que buscan los clientes y buscando los materiales más resistentes.

“Como pasaron los años ya sabía lo que eran los clientes y empecé a trabajarla yo en la casa, de a poquito, porque el señor alemán nunca vendía su tela suelta, vendía la bolsa hecha, pero la competencia entró vendiendo la tela, entonces empezamos a comprar y así empezamos mis hijos y yo”, relata.

“Gracias a Dios le di carrera a mis 11 hijos”

Lidia es originaria de Orizaba, Veracruz, pero ha vivido 75 años en la Ciudad de México. Tiene 11 hijos, siete mujeres y cuatro hombres, a los cuales dice con orgullo “Dios gracias que me permitió que les diera carrera”. Asimismo, tiene 16 nietos, bisnietos y hasta tataranietos.

Cuenta que la elaboración de las bolsas artesanales comenzó para ayudarle a su esposo a criar a sus hijos y se ha vuelto una tradición familiar. Actualmente sólo ella las hace, pero su familia le ayuda a entregarlas a los compradores y a llevarle la tela.

Lidia explica que para elaborar cada bolsa se lleva a cabo un proceso meticuloso y complejo. Lo primero es comprar la tela, “después llega a la casa, ya la cortamos según la medida que quieren y la que está en moda, como quien dice. Primero se corta, luego se cose y luego según es el molde, ya que está cerrada y todo se le pone la asa, en máquinas, no de coser, sino remesadoras”. 

“Es muy laborioso hacer la bolsa, porque desde que empieza uno a cortarla luego se cose y según lo que quieren, nosotros le ponemos su aditamentos para que tenga presentación”, indica.

“Sigo en el negocio para entretenerme”

Lidia ha vivido diversos cambios en su negocio, explica que actualmente tiene sus clientes en el mercado de La Merced y también le compran para vender en tianguis. Para hacer pedidos le llaman por teléfono o la contactan a través de su página de Facebook EcoPale.

Sus bolsas van de los 20 a los 50 pesos dependiendo del tamaño y de la tela, aunque asegura que pueden llegar a durar hasta 20 años si las cuidan bien, incluso si se lavan con escobeta en el lavadero.

Lidia disfruta mucho esta labor, pero expresa: "Les digo a mis hijas que voy haciendo esto para que me entretenga” y ella continúa haciendo las bolsas, sólo una trabajadora le ayuda a ponerles las asas, que ahora también pueden ser más largas para quien prefiera colgarse de otra manera la bolsa.

“Por eso les digo que el negocio, el que quiera se queda con él, si lo quieren hacer y quieren batallar con todo esto”, dice Lidia. Mientras que su hija Rebeca comenta que una de sus hermanas es quien seguirá con el negocio, con el apoyo de toda la familia.

(María José Pardo)