A pesar de que poco a poco se reactivan las actividades, la incertidumbre para inversionistas y la precariedad laboral frenan el crecimiento de la economía mexicana, mientras que el país tendrá como grandes retos combatir los empleos informales y el impacto negativo de la covid a las empresas, según expertos.
El Centro de Estudios Económicos del Sector Privado (CEESP) señaló que el reinicio de actividades tras el confinamiento no significa que el país se esté recuperando económicamente en comparación con los niveles del PIB en 2018 y 2019.
"La evolución de la inversión y el consumo depende de la confianza y de la certidumbre en al estado de derecho y hasta el momento no hay señales de avances en esas líneas sino más bien al contrario", expuso el CEESP en un análisis financiero.
El CEESP indicó que la mermada confianza, la incertidumbre para la inversión y la debilidad y precariedad del mercado laboral, entre otros, sin duda seguirán como factores que obstaculizan el crecimiento económico.
Por ello, subrayó la necesidad urgente de un ambiente de negocios que permita la participación eficiente de todos los sectores mediante un entorno de certidumbre y seguridad en las reglas de negocios, estado de derecho, seguridad pública, salud y educación que combata las deficiencias que han mantenido al país en niveles de productividad y competitividad sumamente bajos.
Según datos del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) el empleo formal perdido durante la pandemia en México alcanzó a un millón 117 mil 584 puestos de trabajo.
Ante ello, según el Centro de Estudios Económicos del Sector Privado se necesita casi 26 millones de empleos para revertir los daños económicos y laborales, provocados por la crisis de la covid-19. Con dicha cifra, señaló, apenas se cubriría la destrucción de puestos de trabajo, la precariedad laboral y las personas perdieron el vínculo con su empresa por la parálisis de actividades productivas y cierre de negocios.
En tanto, de acuerdo con la Organización Internacional de Trabajo, México enfrenta dos grandes retos: una amplia informalidad del mercado laboral y el impacto negativo para empresas y personas trabajadoras que ha dejado la pandemia.
Pedro Américo Furtado de Oliveira, nuevo director de la Oficina de País para México y Cuba de la OIT, señaló que ve oportunidades en el "compromiso social de su Estado, la fortaleza de sus sectores empresariales y sindicales, así como el histórico diálogo tripartita entre estos actores y el sólido compromiso multilateral del Estado Mexicano”.
Según la tercera Encuesta Telefónica de Ocupación y Empleo (ETOE) realizada por el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi), en junio, 5.7 millones de mexicanos volvieron al mercado laboral de los que 4.8 millones retornaron como personas ocupadas y 901,000 buscando empleo.
Los datos de la encuesta revelaron que en junio las personas con un trabajo informal alcanzaban los 25.6 millones, es decir, 53% de la población ocupada del país.