Las remesas son ganancias que los emigrantes envían a su país de origen, normalmente a sus familiares, con el propósito de solventar sus gastos básicos. En 2021 el país se volvió el segundo mayor receptor de remesas a nivel mundial, con 54 mil millones de dólares. Durante ese año de cada 100 dólares que llegaban a México de remesas, 7 fueron destinados a pagar el tráfico ilegal de migrantes desde el país hacia Estados Unidos.
El problema de la migración ilegal ha empeorado, sin embargo, las personas se siguen viendo ante la necesidad de emigrar a otro país debido a la mala distribución del ingreso y la búsqueda de oportunidades. “Los desafíos que la situación actual del covid-19 plantea a la movilidad han aumentado no sólo los costos de reclutamiento para los migrantes, sino también los costos de tráfico ilícito”, reportó el Banco Mundial en su documento anual sobre remesas.
En 2019 se estimaba que un migrante mexicano pagaba hasta 87 mil pesos por cruzar a Estados Unidos pero en poco más de dos años el costo se ha disparado hasta 130 por ciento. De igual forma, si antes el plazo para pagar la deuda era de unos cuantos meses, ahora debido al incremento en el costo se pueden tardar hasta dos años.
La Oficina de Naciones Unidas contra la Droga y el Delito reportó que la migración de América Latina hacia Estados Unidos dejaba 6 mil 750 millones de dólares anuales a los traficantes, cifra que no ha sido actualizada luego de que la misma agencia reportara un aumento de 400 por ciento en las tarifas que cobran los polleros dada la pandemia de covid.