La inflación y otros factores indican un desequilibrio en la economía, para hablar de esto muchos utilizan términos como “crisis” o “recesión” pero en ocasiones no queda muy claro cuál es cuál.
La economía es un ciclo que contiene distintas fases, como recesión, recuperación y expansión. Existe un decrecimiento cuando hay una variación negativa del indicador del Producto Interno Bruto (PIB) durante dos periodos trimestrales consecutivos, este es un proceso que disminuye el ritmo de la economía, posicionando el panorama en una recesión. La recesión va vinculada con el índice de inflación, es decir el descontrol de precios que restringe el poder adquisitivo y se origina con la restricción de la liquidez o circulación del dinero.
Por otro lado, una crisis económica es un periodo de inestabilidad en el cual una economía afronta dificultades y consecuencia graves durante un tiempo prolongado. Las crisis económicas cuentan además con dos características destacadas: la inestabilidad que suponen en los mercados y las consecuencias que desatan en los sectores en los que aparece en un inicio y en el resto del sistema después. Una crisis sacude la estabilidad financiera en las inversiones y el mercado cambiario, afecta a la estabilidad adquisitiva, generando una depresión en el progreso y avance de la economía.
En otras palabras, una crisis económica es la parte de un ciclo económico en el que se produce un decrecimiento considerable en la economía. Es un punto intermedio entre una recesión y una depresión económica.