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Cancelar Dos Bocas y reasignar recursos a salud: sugiere BBVA

BBVA recomendó aprovechar el recorte de barriles para que Pemex reduzca su gasto en exploración y producción, lo que le permitiría incrementar su liquidez

Escrito en DINERO el

La contracción económica provocada por el covid-19, así como reciente acuerdo de la OPEP+ que estipula que México reducirá su producción de petróleo en 100,000 barriles diarios, deberían hacer que el gobierno de Andrés Manuel López Obrador contemplara la reasignación de recursos para contener el impacto sanitario y económico que dejará la pandemia.

De acuerdo con un análisis de BBVA México se debe detener la construcción de uno de los proyectos estrella de la administración de AMLO: la refinería de Dos Bocas, en Tabasco,

El estudio realizado por los economistas Arnulfo Rodríguez y Carlos Serrano menciona que dicha cancelación sería un acto positivo para el país, pues sería más eficiente y deseable reasignar al sector salud los recursos que resultaran de reducir las actividades de exploración, producción y refinación petrolera.

El recorte de barriles diarios, señalan, ha brindado al gobierno y a Pemex la oportunidad de reevaluar sus prioridades y gastos, y así poder retirar la inversión de la construcción de la refinería Dos Bocas, pues la significativa contracción económica sugiere que los recursos públicos se utilicen de la manera más eficiente.

“La significativa contracción económica prevista para 2020 sugiere que los recursos públicos se utilicen de la manera más eficiente para evitar presiones adicionales sobre las finanzas públicas. Consecuentemente, sugerimos detener la construcción de la refinería de Dos Bocas”.

BBVA México prevé que los ingresos petroleros serán 20 por ciento menores al monto aprobado por el Congreso para este año y al asumir que alrededor de dos terceras partes de la producción petrolera cuenta con la cobertura de 49 dólares por barril, un precio de 24 dólares para el resto y un derecho por utilidad compartida (DUC) de 54 por ciento, las ganancias petroleras serían de unos dos mil 620 millones de dólares.

Además, consideró que mientras no se resuelvan los problemas estructurales de obsolescencia de plantas, bajo mantenimiento e ineficiencias laborales, un mayor procesamiento de barriles de petróleo para ser refinados por Pemex no parece ser una solución económicamente viable a la sustitución de importaciones de gasolinas y diésel.

Respecto al anuncio del gobierno de destinar 400 mil barriles adicionales de petróleo para refinación, el estudio expone que, si bien la intención es reducir el malbaratamiento del petróleo de exportación, el impacto sobre las finanzas de Petróleos Mexicanos (Pemex) sería el mismo, debido a que el crudo para uso interno se cotiza al precio internacional.

Y es que, dado que el porcentaje promedio de capacidad utilizada en el Sistema Nacional de Refinación se encuentra en alrededor de 30 por ciento, derivado de los bajos niveles de mantenimiento y reconfiguración de plantas, es muy probable que las pérdidas por refinación aumenten con una mayor cantidad de productos refinados.

La institución financiera expuso que el gobierno federal y Pemex podrían aprovechar el recorte por 100 mil barriles diarios que harán a la producción a partir de mayo para incrementar la liquidez en la empresa petrolera mediante una reducción al gasto de inversión en exploración y producción de este año. Eso, aunado a la reducción por 65 mil millones de pesos en la carga fiscal, muy probablemente evitaría el aumento en las emisiones de deuda corporativa o la necesidad del uso de líneas de crédito bancario ante potenciales problemas de liquidez.

“Considerando el significativo aumento en los rendimientos de los bonos de Pemex, no sería deseable que la empresa petrolera hiciera emisiones de deuda. Actualmente, el rendimiento del bono en dólares a 10 años de Pemex se ubica en 10.2 por ciento, mientras que el del soberano está en 3.8 por ciento, un diferencial de 6.4 por ciento

Por lo que, en estas condiciones, la empresa petrolera no debería de hacer ninguna emisión, pero si fuera necesario, el gobierno federal debería colocar las emisiones o las inyecciones de capital a la empresa productiva del Estado, opinó.

CRUDO A LA BAJA

Aunque tras el acuerdo con OPEP+, la mezcla mexicana se apreció 3.61 % hasta llegar a 17.16 dólares por barril, el crudo nacional se ha abaratado 69.72 % desde la primera jornada del año, cuando costaba 56.67 dólares por unidad.



En medio de la emergencia del coronavirus y la crisis internacional del petróleo, especialistas han sugerido que el Gobierno mexicano debe replantear su estrategia, pues casi la quinta parte de su recaudación, el 17.9 %, depende de los ingresos petroleros.

Aun así, la Administración del presidente Andrés Manuel López Obrador ha reforzado su política energética al anunciar que se destinarán 400,000 barriles adiciones de petróleo para refinación y así no depender de la venta del petróleo crudo al extranjero y producir más combustibles.

En su análisis de este martes, BBVA advirtió que las pérdidas de Pemex por refinación aumentarían con una mayor cantidad de productos refinados, pues el petróleo de uso interno se sigue cotizando al precio internacional.

"Dada la incertidumbre sobre la profundidad y duración de la inminente recesión económica, incrementar la producción de gasolinas y diésel no parece ser una política sensata", concluyó el reporte.