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El beisbol y el basquetbol, dos regresos diferentes.

La NBA y la MLB están cerca de regresar y esto es todo lo que debes saber

Escrito en DEPORTES el

Aunque la pandemia del Covid-19 está aún lejos de ser un episodio medianamente cerrado en los Estados Unidos, las principales ligas profesionales trabajan fuerte para retomar la acción en el corto plazo. La NHL (hockey) ya ha anunciado el formato bajo el que jugarán, aún cuando falta determinar una fecha de reinicio. La NFL está en pausa y si bien puede haber impacto en planes de entrenamiento, hasta ahora no se han reprogramado fechas e incluso anunciaron ya el calendario de cada equipo.

Hay dos deportes que parecen próximos a comenzar, el basquetbol y el beisbol. Tanto la NBA como MLB están trabajando a marchas forzadas para resolver los temas que tienen por delante y poder jugar a la brevedad, pero ese deseo de iniciar con partidos en el corto plazo parece ser lo único en lo que ambos deportes se parecen.

En la NBA se está avanzando, aparentemente en forma coordinada entre las partes involucradas: dueños de los equipos y jugadores. En MLB parecería que los protagonistas están haciendo lo que esté a su alcance para resolver intereses particulares, sin que el foco principal sea el iniciar la temporada.

NBA

Los dueños de los equipos y el sindicato de jugadores decidieron jugar en una sola sede el resto de la temporada y los playoffs. Debido a las facilidades que otorga, Orlando fue elegido como la principal opción y me parece que están enfocados en ver como hacerla funcionar.

El planteamiento es aprovechar el complejo de Disney, en el cual hay hoteles y arenas para jugar al basquetbol. Los jugadores vivirían en los hoteles, sin que haya acceso al público en general para minimizar el riesgo de contagios. Los basquetbolistas vieron esto con buenos ojos pero señalaron que no aceptarían estar totalmente recluidos, sin poder moverse de sus habitaciones, la Liga y Disney trabajaron en un esquema en el que podrán ir a restaurantes dentro del mismo complejo e incluso se ha hablado de apertura de algunas tiendas. Todo esto ha servido para ir construyendo un camino que parece podría llegar a buen destino.

Evidentemente habrá un protocolo de salud muy detallado, basado en buena medida en pruebas constantes a los jugadores que permitan identificar casos aún asintomáticos y, de presentarse casos positivos, medidas predefinidas de aislamiento que ayuden a evitar la propagación del virus. Al igual que las ligas europeas de futbol, se tendrán lineamientos claros para evitar aglomeraciones; asegurar que se guarde distancia entre jugadores en las bancas; límites y ubicaciones para periodistas, directivos, etc. y; reglas que indiquen acciones prohibidas dentro y fuera de la duela. Obvia decir que los juegos se llevarán a cabo a puerta cerrada.

Aún quedan varios aspectos por cerrar del protocolo pero hay avances sólidos y la voluntad para llegar a un acuerdo.

Lo más importante es que tanto jugadores como dueños, con el liderazgo del Comisionado Adam SIlver, están trabajando en conjunto y eso va a ser fundamental para resolver el tema económico.

Hasta hoy, lo que ha sucedido en cuanto a finanzas es que los dueños retuvieron el 25 por del pago anual de los jugadores, esto no quiere decir que no se los van a pagar, simplemente se retuvo para ayudar a los equipos con su flujo. Ambas partes tienen que ponerse de acuerdo con lo que procederá en materia de pagos a jugadores, pudiera ser que ese 25 por ciento no se pague, que se cubran íntegros los sueldos, que se retenga más o solo una parte, es una discusión que no se ha cerrado.

Tanto el sindicato de basquetbolistas como los equipos parecen tener asumido que para ambas partes habrá dolor, aún, cuando se jugaran la totalidad de partidos restantes, los ingresos por venta de boletos y mercancía en los estadios será cero, muy probablemente el pago de los patrocinadores será menor al que originalmente estaba considerado en los presupuestos de los equipos, se recibirá el pago de derechos de televisión pero las transmisiones locales y el ingreso que de ellas se deriva sufrirán modificaciones. No va a haber la misma cantidad de dinero para repartir entre los protagonistas y todos tendrán que ajustar en ese sentido.

Para determinar el tema financiero, lo primero será que se decida sobre uno de los siguientes escenarios:

a)     Se juega el resto de los encuentros de la temporada regular. Hasta la suspensión cada equipo había disputado aproximadamente 64 o 65 juegos de los 82 del calendario. Podrían jugarse todos los que quedan y después de eso iniciar playoffs.

b)     Solo jugarían los partidos restantes de temporada los equipos con posibilidades de entrar a playoffs y después de eso iniciaría la post-temporada.

c)     Ir directo a playoffs, tentativamente con el formato conocido de ocho equipos por Conferencia aunque tal vez buscarían hacer las series más cortas.

Una vez decidido eso, se podrán estimar con mayor claridad los ingresos y sentarse a negociar un acuerdo final, pero considerando la actitud que he visto tanto de jugadores como de propietarios, van a llegar a un arreglo, ninguno va a quedar contento porque para ambos representará menor ingreso y tal vez hasta pérdidas en algunos casos, pero aparentemente hay un entendimiento general de que no terminar la campaña sería muy malo para todos.

Lo que veo que está sucediendo es que jugadores y dueños están conversando y lo hacen a puerta cerrada, evitando filtraciones de información que entorpecerían las negociaciones. Adam Silver ha hecho un gran trabajo en este sentido y la actitud de las partes ha sido fundamental para avanzar. ¿Habrá temas escabrosos que van a provocar discusiones complicadas y molestia?, claro que sí, de hecho no dudo que las haya habido ya, pero no se han filtrado y esa imagen de trabajo conjunto tiene a dueños y jugadores convencidos de que resolverán el tema financiero y a los aficionados muy tranquilos y a bordo con la NBA, listos para empezar a ver juegos a finales de julio.

MLB

El beisbol en algunos sentidos está avanzando como la NBA pero en otros parece estar entrampado en discusiones que no tienen un final claro.

Aún cuando en algún momento se habló de concentrar a todos los equipos en un solo Estado y jugar ahí toda la temporada, hoy esa idea parece ser cosa del pasado y la inclinación de MLB es a que cada equipo juegue en su estadio, a puertas cerradas. Si por razones de la pandemia algún equipo no puede jugar en su sede, se buscará resolver el caso asignando otra localidad para ese equipo. Cuando jueguen como locales, los beisbolistas podrán dormir en sus casas y de ahí ir al estadio, cuando estén en gira se quedarán en hoteles dedicados a los equipos.

Hay ya un cuaderno que detalla el protocolo de salud a seguir, dentro y fuera del campo. Los jugadores no están de acuerdo con algunos de los puntos ahí señalados pero no dudo de que puedan resolverse, hay comisiones de ambos lados trabajando para dejar una versión final, aceptable para la mayor parte de los atletas.

En donde se acaban las similitudes con la NBA es en la negociación del dinero, ahí dueños y sindicato parecen estar lejos de un acuerdo. En marzo los dos acordaron que a los jugadores se les pagaría en base al número de partidos que se disputaran en la temporada recortada. En la campaña cada equipo disputa 162 encuentros, lo que acordaron en marzo es que si se jugaban por ejemplo 81, se les pagaría la mitad del sueldo, hay un mínimo que cobrarían si se cancelara toda la temporada (aproximadamente 1/20 del sueldo anual).

Hasta ahí todo parece en orden, ya se tenía un acuerdo, pero el gran detalle que no se consideró es que podría ser que se jugara a puerta cerrada, lo cual implica que los ingresos para los equipos serían menores de lo inicialmente considerado al no tener venta de boletos, mercancía, alimentos y bebidas en el estadio. Ante esta situación los dueños buscaron reabrir las discusiones con el sindicato, y eso no ha resultado nada bien hasta ahora.

Primero los dueños cambiaron el enfoque y sugirieron que en vez de pagar los salarios prorrateados, se dividieran los ingresos 50 por ciento y 50 por ciento entre equipo y jugadores.

Los beisbolistas no aceptaron la propuesta pues argumentan que ya había un acuerdo (los dueños insisten en que en la letra pequeña se indicaba que si se jugaba a puertas cerradas tendrían que renegociar) y porque francamente no confían para nada en los propietarios y piensan que les van a presentar números “masajeados”, no reales.

Los dueños regresaron entonces esta semana con una nueva propuesta que se basaba en pagar menos a los jugadores pero hacían diferencia entre los de ingresos más bajos y los que más ganan, a los primeros les pagarían casi todo el sueldo prorrateado (en base a partidos totales) y a los que más ganan les pagarían aproximadamente 20 por ciento de su sueldo anual, evidentemente no fue aceptada esta proposición.

La oferta causó mucha irritación entre los beisbolistas, quienes ahora han pedido ver el detalle de los ingresos esperados por los dueños para hacerles una contrapropuesta, la cual no aceptaría mayores reducciones en el sueldo y buscaría que se jugaran más encuentros y con eso cobrar más. El Comisionado Robert Manfred, representando a los dueños, ha planteado que se inicie en julio la temporada y se jueguen 82 encuentros más unos playoffs con más equipos de lo habitual, los jugadores quieren proponer que se disputen más de 100 encuentros, lo cual no quieren los dueños porque temen que en octubre o noviembre haya un rebrote de coronavirus y se tengan que cancelar los playoffs.

Como pueden ver, parecen estar lejos de un acuerdo, no se aprecia que ambas partes estén cerca de tener un trato aceptable para todos, pero el caso es peor de lo que puede parecer. La oferta de los dueños buscaba que los jugadores de menor sueldo aceptaran aún a costa de los de mayores ingresos o al menos que se generara una división en el sindicato, y de una forma u otra parece que han logrado parte del cometido pues ahora no todos los jugadores están viendo igual la negociación. Por otro lado, se sabe que hay propietarios que buscan iniciar a como de lugar en el mes de julio y podrían hacer algunas concesiones en la negociación, mientras que otros están dispuestos a ir hasta las últimas consecuencias, incluyendo la cancelación de la temporada 2020. Incluso Scott Boras, uno de los más influyentes representante de jugadores está metido tratando de asesorar a los beisbolistas, lo cual no es apreciado por todo el gremio.

La discusión es difícil porque además ambas partes están pensando en el impacto en 2021 y más adelante, los jugadores no quieren ceder por temor a que si lo hacen tendrán perjuicios en sueldos, los dueños saben que el impacto financiero de este año va a repercutir en pagar menores salarios la próxima campaña.

Más allá de la diferencia que implica el que haya un tope salarial en la NBA y no en MLB (lo cual es bueno para los beisbolistas), lo que marca una enorme diferencia entre las negociaciones que están realizando ambos deportes es la confianza que se tienen dueños y jugadores. En la NBA habrá desacuerdos pero podemos decir que todos confían medianamente en la otra parte. En el beisbol no es así, los jugadores están convencidos de que los dueños ganan mucho más de lo que dicen y que sus pérdidas no serán tan grandes como lo han expresado (el valor de los equipos, de acuerdo a Buster Olney de ESPN, ha crecido 300% en los últimos años), hay muy poca confianza entre las partes, la cual tiene un origen histórico y no se ha resuelto, simplemente no confían entre ellos.

 

La otra gran variante entre la negociación del beisbol y la del basquetbol, es que como dijimos, en la NBA se negocia a puerta cerrada y no se filtra información. En MLB los dueños usan como estrategia el hacer público lo que se discute (a través de filtraciones) buscando que el público de alguna forma presione a los jugadores o al menos los perciba como los culpables de no tener un acuerdo.

Creo sinceramente que tanto el sindicado de jugadores de Grandes Ligas como propietarios y el Comisionado tienen que sentarse a llegar a un acuerdo esta semana. Tal vez ellos no lo perciban así pero si por no ponerse de acuerdo cancelan la temporada, el público les va a pasar factura, la gente está harta de escuchar a los dos grupos discutir por millones de dólares cuando una parte importante de la población se ha quedado sin empleo, cuando la economía ha tenido grandes impactos y hay una cantidad de muertes provocadas por el coronavirus que es mucho mayor a la que inicialmente se pronosticaba. Lo que menos quieren escuchar los aficionados al beisbol es a dos grupos que parecen demasiado preocupados por ellos mismos y no por el deporte y por iniciar una temporada que de alguna forma ayude a la gente de olvidarse un poco de los problemas diario, si no resuelven esto, y rápido, los aficionados les darán la espalda como lo hicieron después de la huelga de 1994 y no se si en esta ocasión van a ser capaces de recuperarlos.

Manfred tiene que tomar el liderazgo de esto y asegurar que se inicie el beisbol el 3 o 4 de julio y que cada parte se lleve a casa un pedazo de las pérdidas. No está en juego la temporada 2020, sino el futuro inmediato del beisbol, tiene que prevalecer la razón sobre el egoísmo.

¿Vamos a tener reanudación de la temporada de la NBA?, todo apunta a que sí, ¿podemos decir lo mismo del beisbol?, creo que si se jugará pero la certeza es menor y muy probablemente habrá más heridos en el camino. Puede ser que ambos deportes tengan mucho aún por resolver antes de saltar a la duela o al campo de juego, pero mientras que en el basquetbol parece haber voluntad, en el beisbol las heridas del pasado no se han cerrado y están poniendo en riesgo su presente y futuro.