MINERAL DE LA REFORMA.- Hace 22 días la casa que edificó Gregorio Hernández Ramírez se convirtió en cenizas, pero hoy, con ayuda de albañiles, maquinaria y material que donaron habitantes de su comunidad, construye lo que será su nuevo hogar, el cual quedará listo en aproximadamente un mes y medio.
En el terreno ubicado en el cerro del Saucillo, donde el pasado 18 de mayo solo había restos de láminas quemadas, una estufa, un refrigerador y un televisor carbonizados, trabajan cinco albañiles y una máquina que remueve y escarba tierra.
Don Goyo, como le dicen sus compañeros de la obra, se dedica a la albañilería desde hace 18 años, cuando llegó de Tianguistengo a la zona metropolitana de Hidalgo.
Desde esa época, Gregorio había trabajado para juntar dinero y construir una vivienda, sueño que el pasado 18 de mayo se desvaneció, cuando el cuarto de cemento que edificó, y a donde se mudaría con su esposa y cuatro hijos, quedó reducido a cenizas.
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No obstante, la solidaridad de pobladores de su comunidad le permitió a Don Goyo retomar su proyecto de tener una casa propia y dejar de pagar renta.
La construcción empezó desde hace dos semanas y Goyo prevé que tardará un mes en poner el piso, levantar paredes y colocar el techo.
Tanto Don Goyo como su esposa Herlinda González y sus cuatro hijos coincidieron que aún falta material para concluir la casa, también les hacen falta un refrigerador y una estufa, que no pueden adquirir por la falta de ingresos, pues derivado de las restricciones sanitarias, ha disminuido el trabajo para Goyo.
Desde que se quemó su vivienda, la familia Hernández y sus 10 perros rescatados de la calle viven en una casa prestada en el fraccionamiento El Saucillo, sobre la calle Gibraltar.
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