Al cumplirse un mes de la desaparición del niño James Martin Camacho Padilla de 7 años y tras una larga búsqueda, ayer su cuerpo fue encontrado por un grupo jornaleros que barbechaban un campo de algodón.
James de nacionalidad estadounidense padecía autismo y desapareció el 21 de enero luego de llegar a Ciudad Juárez, Chihuahua para vivir temporalmente con su padre, pero el pequeño escapó de los cuidados de su abuela y salió del domicilio y desde entonces se desconocía su paradero.
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El cadáver del menor fue hallado en el cruce de las calles Rivera de las Barrancas y Rivera de las Piedras del fraccionamiento Riberas del Bravo, mismo donde desapareció.
De acuerdo con las fuentes, el cuerpo del menor presentó manchas en el rostro y huellas de golpes en un ojo y en la boca, indicios de que pudo haber sido asesinado.
También se presume que el cadáver tenía poco tiempo en el lugar debido a que no tenía rastros de haber sido devorado por animales de la zona.
Lo que también llama la atención de las autoridades y vecinos del fraccionamiento Riberas del Bravo, fue que en lugar donde se encontró el cuerpo de James en varias ocasiones fue rastreada, con el propósito de hallarlo con vida.
El fiscal de la Zona Norte, Jorge Arnaldo Nava López, informó que de acuerdo con los primeros estudios del cuerpo, el niño murió por hipotermia al permanecer a la intemperie en pleno invierno en la zona desértica contigua al Río Bravo.
El fiscal señaló que la investigación continuara para establecer cómo llegó el niño a ese lugar, ya que existe la sospecha de que el menor falleció en otro lugar y el cadáver puedo ser colocado en el sitio donde fue localizado, por lo que no se descarta un asesinato.
Además, el estado de descomposición del cuerpo no corresponde a los días en los que el menor permaneció desaparecido, agregó.
A simple vista se apreció que la víctima tenía de entre 15 y 20 días de muerto por la saponificación en el globo ocular y lo acartonado en los pies, así como las manchas por quemaduras de frío y calor al permanecer del cuerpo a la intemperie, revelan las investigaciones.
Conmoción entre los vecinos
Para la señora Lourdes vecina de la familia Camacho, el cuerpo del niño fue sembrado en el campo algodonero, ya que el viernes estuvimos en ese lugar y no había nada.
La diferencia explica, es que al inicio de la búsqueda en ese punto estaban las plantas de algodón y recién se podo el campo.
“Aquí anduvimos el viernes y no estaba, es que aquí no estaba, pasamos muchas veces y no estaba. Aquí había algodón y nosotros nos metimos”.
Lourdes fue una de las vecinas que se comunicó con Hugo Camacho, padre de James, para avisarle el hallazgo del cuerpo del menor que vestía una chamarra a cuadros, un pantalón de mezclilla y calcetines blancos.
Con información de El Diario de Juárez
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