El escultor y activista hidalguense Ruy Lohegrin fue asesinado con un disparo en la cabeza tras resistirse a un asalto en un autobús de pasajeros de la línea ODT.
La víctima se dirigía a una secundaria técnica en Tizayuca, donde trabajaba como docente de artes, cuando el transporte fue intervenido, sobre la carretera México-Pachuca, y él atacado con un arma de fuego.
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La Alianza Ciudadana Anticorrupción de Hidalgo (ACAH), de la que Ruy fue fundador, exigió mayor seguridad a las empresas de autotransportes, debido a que “décadas y décadas tiene que ocurren crímenes con total impunidad, asaltos vejaciones, muerte en las carreteras de Hidalgo”.
Asimismo, a las autoridades del estado mayor eficiencia en las políticas de seguridad pública.
“Demandamos el derecho a vivir con seguridad, paz y justicia, no más impunidad”, refirió el politólogo Pablo Vargas González, integrante de la ACAH, quien añadió, en un posicionamiento que hizo público en sus redes sociales, que “el arte y la cultura de Hidalgo se queda sin un joven talento. La inseguridad pública que campea el país y la entidad ha cercenado una flor, una inteligencia irrepetible. Deja también huérfana una familia e hijos”.
El dramaturgo Enrique Olmos de Ita, por la misma vía, añadió que Ruy también dejó “una obra original, muchos amigos, un legado combativo y la indignación latente por la inseguridad que se vive en Hidalgo”.
mvf