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Colinas de Santa Fe: El Megafraude inmobiliario

El fraccionamiento que tuvo notoriedad internacional por el hallazgo del cementerio clandestino más grande de América es al mismo tiempo el lugar que describe

Escrito en VERACRUZ el

Las calles bien trazadas, las glorietas verdes, camellones iluminados, escuelas y áreas de esparcimiento dentro del mismo fraccionamiento fue la oferta que atrajo a Lucía López, que después de 60 años dejaría de pagar una renta para poder hacer su patrimonio.

A 12 años de distancia, el lugar en donde compró su casa es todo lo contrario a lo que era y lo que le prometió la empresa Inmobiliaria HOMEX; el fraccionamiento Colinas de Santa Fe se convirtió en el fraude inmobiliario más grande en la ciudad de Veracruz, afirma en entrevista para La Silla Rota.

En el lugar habitan poco más de 6 mil personas, según el último censo del Instituto Nacional de Geografía, Estadística e Información (INEGI).

Su nombre tomó notoriedad por ser el sitio más cercano al cementerio clandestino más grande de América, encontrado por el colectivo de búsqueda Solecito de Veracruz en el año 2016 y del que se exhumaron 298 cuerpos desde entonces a la fecha.

Sin embargo, los residentes viven su propio infierno por deficiencias en los servicios públicos que se convirtieron en problemas graves de salud y, al mismo tiempo, de inseguridad.

Las autoridades municipales y estatales se desentendieron el problema, no existe atención al lugar con el argumento de que no fue municipalizado, en tanto la empresa inmobiliaria desapareció de Veracruz.

Drenaje a cielo abierto

Lucía López caminaba sobre la avenida Santa Bárbara cuando sintió que la tierra se la tragó. Una fuga en el sistema de drenaje fue hundiendo el pavimento hasta que desapareció.

Una vecina alcanzó su mano que era lo único que salía de las aguas negras, desde entonces le vino una enfermedad que después de tres años sigue causándole dolores intensos en el estómago.

No es el único caso, los testimonios recogidos en el lugar tienen en común las enfermedades en la piel, vías respiratorias e intestinales causadas por las aguas negras que escurren frente a las casas.

Varios tramos del bulevar principal de la segunda sección e encuentran cerradas porque las fugas desaparecieron la carpeta asfáltica. Heces fecales pueden verse secas como una capa de tierra en las guarniciones de las banquetas.

A medida que se va ingresando a las calles de la última sección el hedor es cada vez más penetrante, las casas se mantienen cerradas por la misma situación, afirmó Nelly González, una de las primeras residentes.

Su casa la compró en el año 2008, un año después de que fueron lanzadas al mercado por la empresa HOMEX, que para el año 2012 abandonó completamente el fraccionamiento, tras declararse en quiebra.

En las paredes de la sala, cocina y recamaras la humedad es notoria. Del retrete brotan las aguas negras por el drenaje rebosado.

Es el único lugar que tiene para vivir, le cuesta 3 mil pesos mensuales que le serán descontados de su nómina los próximos 20 años, no tiene otro sitio donde vivir.

Viven por necesidad

Germán Aguilar Acosta trató de vender su vivienda por cinco años, no tuvo ninguna oferta en este tiempo.

Él compró su casa en el 2009, pensando en dar un patrimonio a su familia, sin embargo, desde entonces paga 2 mil pesos mensuales al Infonavit, deuda que cubrirá en los siguientes 30 años.

Se dice defraudado por la empresa HOMEX pero también desamparado por autoridades, que a pesar de las quejas no da atención a los problemas que enfrentan.

“La verdad las autoridades no voltean a ver a uno, y hemos ido a las autoridades municipales, autoridades estatales, autoridades federales y jamás nos han solucionado, nos han dado promesas nada más, promesas y promesas y jamás nos han dado una solución definitiva”, declaró Germán Aguilar Acosta.

Pedro Fernández, vicepresidente nacional de la Asociación Mexicana de Profesionales Inmobiliarios (AMPI), afirmó que la negligencia de autoridades municipales y estatales que en su momento permitieron que se construyera sin cumplir con los estándares de calidad, lo convirtió en un sitio con graves problemas que ahora deben corregirse.

El empresario aseveró que la ubicación es estratégica para la expansión de la ciudad y la demanda que generará la ampliación del puerto de Veracruz, por su cercanía a las instalaciones de las empresas en el nuevo recinto portuario, así como la zona industrial.

“Existen personas que tienen la necesidad de vivir ahí, En Colinas está el promedio entre 320 y 480, nosotros creemos que tienen que hacer una reingeniería para la municipalización y existe una forma en la que la gente puede ser atendida y recobrar el valor del sitio”.

Autoridades lo consintieron

De acuerdo con Pedro Fernández el fraccionamiento Colinas de Santa Fe viola diversos ordenamientos de la Ley de Desarrollo Urbano, Ordenamiento Territorial y Urbano del Estado de Veracruz.

Los problemas que actualmente existen se derivan de la omisión, negligencia y complicidad de las autoridades que en su momento autorizaron las licencias de construcción el desarrollo inmobiliario, afirmó el empresario.

Justamente ese incumplimiento impidió que legalmente el ayuntamiento se encontrara facultado para asumir la administración de los servicios, sin embargo, considera que es momento de revertirlo.

Sobre el caso el Instituto Municipal de la Vivienda no quiso brindar información, tampoco fijar una postura cuando le fue solicitado por La Silla Rota Veracruz.

Lo único que se sabe, por reportes de la prensa local, es que en el año 2018 el Infonavit etiquetó 33 millones de pesos para iniciar obras que permitan resolver los problemas generados por las fallas en el drenaje sanitario.

Nancy García, residente de Colinas de Santa Fe, afirma que la inversión que se anunció no se vio reflejada en una mejora para el fraccionamiento.

En 9 años que lleva viviendo ha escuchado anuncios de mejoras por parte de las autoridades, pero ningún proyecto se logra consolidar, por el contrario, las condiciones siguen siendo cada vez peores.

“Es estar entre inundaciones, falta de agua, luz, enfermedades en vías respiratorias, enfermedades de la piel, a mis hijos los tengo que tener encerrados, porque cada vez que salen se enferman”.

“Ya no hay a quien demandar, HOMEX ya no está, el municipio no atiende, algunas veces trataban de venir, pero no lo hacen, estamos defraudados como ciudadanía, como compradores de propiedad defraudados, y como sociedad olvidados”.