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VIDEO: "Con lo poco que gano no me alcanza para comer"

El balance 2008-2018 del Coneval revela que en siete entidades aumentó la población en situación de pobreza, entre ellas la capital del país

Escrito en ESPECIALES LSR el

Julio Buendía define así la situación económica actual: “está más amolado ahorita”.

Originario de Iztapalapa, Buendía vende dulces en la calle de General Anaya, en el corazón del barrio de Santa Bárbara, en la misma alcaldía. Tiene siete años que vende en la acera huevitos de chocolate, palanquetas, mazapanes, gomitas, cacahuates y hasta cigarros sueltos.

Afirma que con lo que vende al día apenas le alcanza para comprar el pan para la cena, o comprarle a su esposa con diabetes alguna medicina o jeringas. Recuerda tiempos mejores, cuando en lugar de irse a surtirse a la Central de Abastos cada dos semanas, como lo hace ahora, iba dos veces por semana. También tiene presente que antes con 400 pesos se surtía, ahora debe hacerlo con 800 pesos. 

Entrevistado bajo la lona amarilla que cubre su puesto de la lluvia veraniega que cae, se le pregunta sobre si ve más pobreza. Responde que sí e, incluso, bien informado, trae a colación las noticias y menciona que la pobreza en México pasó de 50 a 53% de la población. Añade que también es por la devaluación del peso y por el conflicto comercial que sostienen las potencias económicas de Estados Unidos y China.

En la Ciudad de México la pobreza entre 2008 y 2018 ha ido al alza, según datos del Consejo Nacional de Evaluación de la Política de Desarrollo Social (Coneval). En 2008 era de 27.6 por ciento; en 2010 subió a 28.5 por ciento; en 2012 fue de 28.9 por ciento; en 2014 tuvo un retroceso y quedó en 28.4 por ciento; en 2016 volvió a bajar y quedó como en 2008, con 27.6 por ciento, pero en 2018 creció tres puntos y llegó a 30.6 por ciento, lo que significa que, de cada 10 habitantes en la capital, 3 están en condición de pobreza.

Ventas a la baja, pobreza al alza

Se le pregunta a Julio Buendía si a él cómo le ha pegado la pobreza. Se sincera y dice que con lo que él saca del puesto no le alcanzaría.

“Bendito a Dios ahora por la ayuda de nuestro hijo, él es el que pone la comida. Yo nomás compro pan, cositas”.

Su puesto se encuentra ubicado en una calle de dos sentidos, con paso continuo de vehículos y mototaxis, y con varios locales comerciales. Buendía comparte que no sólo él ha notado que las ventas van a la baja, sino que otros comerciantes se lo comentan también.

De 70 años, historia es como la de muchos habitantes de la ciudad: personas que han gozado de mejores momentos económicos, que han buscado distintos trabajos para mejorar su situación y que han enfrentado obstáculos que se los impiden.

Recuerda que trabajó hace muchos años en una fábrica de refrigeradores en Tulpetlac, en el estado de México. De ahí se pasó a una fábrica de juguetes. Pero quería un mejor trabajo y buscó uno de tornero en un taller mecánico. Le habían dicho que sí y dejó la fábrica de juguetes, pero cuando vieron su edad, 35 años, le dijeron que ya era grande. Se quedó entonces sin el empleo.

Tenía ahorros y decidió comprar una vagoneta que convirtió en pesera y él mismo la manejó unos años, pero a uno de sus cuatro hijos le dio cáncer y dejó de conducirla para acompañarlo en el Instituto de Cancerología, donde su hijo falleció.

Durante ese lapso vendió la pesera. Luego de la muerte de su hijo viajó a Nuevo Laredo, Tamaulipas, a comprar una camioneta la cual se trajo y la comenzó a usar para vender carne de pollo y verduras. Así estuvo por varios años y luego se mudó a Querétaro para poner una tienda en el pueblo de Aculco. Luego a petición de su hija, se regresó a la ciudad y se dedicó a tocar en las noches con el grupo La Sonora Mayoral y en las tardes a vender los dulces.

Incluso en su puesto tiene una manta desplegada de la agrupación musical, la cual muestra orgulloso y hasta reta a adivinar quién era él, ya que la imagen se ve algo borrosa. Dice que dejó de tocar hace unos años cuando una tarde les robaron el equipo.

Al preguntarle sobre si tiene una pensión para ayudarse, responde que tiene la de los adultos mayores que actualmente da el gobierno federal. Respecto a si tiene la del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS), explica que fue a pedirla, pero le dijeron que le faltaban 50 semanas para cotizar.

El seguro es ojete. Me pidieron trabajar 50 semanas más, ¿dónde voy a hacerlo si ya no me dan chamba

Actualmente vive al día, asegura. Pero tiene una situación complicada, porque su esposa debido a la diabetes que padece está perdiendo poco a poco la vista. Por eso es que ni con la lluvia, no deja de vender.

Pobreza aumenta en una década en siete estados

En la última década, al menos siete estados registraron un aumento en el número de su población en pobreza: Ciudad de México, Veracruz, Oaxaca, Tamaulipas, Morelos, Colima y Campeche.

De acuerdo con el Balance de medición de pobreza 2008-2018 del Consejo Nacional de Evaluación de la Política de Desarrollo Social (Coneval), la capital del país no pudo disminuir el número de población en pobreza en ninguno de los 10 años analizados.

Y peor, de 2016 a 2018 los habitantes en situación de pobreza pasaron de 27.6% a 30.6%, lo que significa que de 2.4 millones de personas subió a 2.6 millones.

Este aumento de 3 puntos porcentuales se debió a un aumento en cuatro indicadores de carencias sociales y un aumento en el porcentaje de la población que cuenta con un ingreso insuficiente para adquirir la canasta alimentaria y no alimentaria.

Uno de estos indicadores tiene que ver con la carencia de vivienda, el cual presentó la mayor reducción con 0.8 puntos porcentuales, debido a que un mayor número de gentes no cuenta en sus viviendas con techos de materiales endebles, además de vivir en condiciones de hacinamiento.

Otro de los indicadores es que, en esta década aumentó 3.9% el número de personas con un ingreso inferior a la línea de pobreza, es decir, un menor porcentaje de personas cuentan con un ingreso suficiente para adquirir la canasta alimentaria y no alimentaria.

 

Respecto a la población en situación de pobreza extrema, disminuyó el número de personas en este rubro, al pasar de 155,128 en 2016 a 153,332 personas en 2018, lo que significa una reducción de apenas 1.7%.

Para entender mejor los indicadores de medición de pobreza y bienestar de la Coneval, La Silla Rota te presenta algunos porcentajes de población de la CDMX, pero exclusivamente entre 2016 y 2018:

·         El rezago educativo bajó de 8.4% a 8.1%.

·         La carencia por acceso a los servicios de salud subió de 19.6% a 20.1%.

·         La carencia por acceso a la seguridad social subió de 47.0% a 48.3%.

·         La carencia por calidad y espacios de la vivienda bajó de 5.9% a 5.1%.

·         La carencia por acceso a los servicios básicos en la vivienda subió de 2.1% a 2.9%.

·         La carencia por acceso a la alimentación subió de 11.5% a 13.9%.

 

En los otros seis

De las restantes seis entidades con mayor población en pobreza resalta Veracruz, cuyo porcentaje superan el 10 por ciento en la última década.

El balance del Coneval revela que el porcentaje de población en situación de pobreza en esta entidad pasó de 51.2% en 2008 a 61.8% en 2018, lo que significa que de 3 millones 879 mil gentes en pobreza pasaron a 5 millones 88 mil personas en pobreza el año pasado, es decir, en estos 10 años la entidad sumó 1 millón 209 mil 600 habitantes más en situación de pobreza.

Oaxaca pasó de 61.8% a 66.4% de población en pobreza, es decir, 2.3 millones a 2.7 millones de pobres.

Colima registró un aumento en este rubro, al pasar de 22.4% a 30.9%, lo que significa que de 173 mil ahora hay 235 mil habitantes en situación de pobreza.

Tamaulipas, Morelos y Campeche registran un aumento en su porcentaje de gente en pobreza, con 1.3%, 1.2% y .3%, respectivamente.